Por: Redacción/
El Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) hicieron un llamado para conformar una alianza entre expertos de instituciones de investigación, organismos de cooperación y ONGs para enfrentar los desafíos migratorios en la región mesoamericana y posicionar el tema en las agendas regionales y nacionales.
Según la FAO, el fenómeno migratorio en México y Centroamérica requiere ser tratado de manera integral, es decir, no sólo afrontar los aspectos de seguridad de Estado, sino también sus causas estructurales.
Durante un taller convocado en El Salvador por ambas agencias, se recalcó la importancia de repensar los modelos de desarrollo que han impulsado a muchas personas a migrar.
“La migración no debe ser solo vista como un problema, sino también una posibilidad de desarrollo”, señaló Luiz Carlos Beduschi, Oficial de Políticas de Desarrollo Rural de la FAO durante la reunión.
Según datos de la CEPAL, casi 30 millones de latinoamericanos y caribeños viven fuera de su país, y alrededor de 15 millones de emigrantes provienen de Mesoamérica. De estos, 12 millones son de México y la cifra restante de países del Triángulo Norte de Centroamérica.
Para las agencias, la magnitud del fenómeno está ligado a un modelo de desarrollo excluyente que hace que la migración sea la única alternativa para la supervivencia de una gran parte de la población. Es por ello que proponen un enfoque de desarrollo territorial para apoyar las zonas rurales, de donde vienen la mayoría de migrantes, de una manera más inclusiva.
La FAO y la CEPAL se comprometieron a poner sus capacidades, experiencias y conocimientos a disposición de los gobiernos de El Salvador, Guatemala, Honduras y México, con el objetivo de contribuir al diseño de políticas públicas que puedan mitigar la compleja tendencia migratoria de la región.
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