Por: Redacción/
Las restricciones a las importaciones de combustible restringen aún más el acceso al agua potable y a los servicios de higiene y de salud, agravando la crisis sanitaria en el país árabe, alerta UNICEF este martes.
Con las recientes restricciones al ingreso de combustible impuestas por el gobierno, los precios se han duplicado y las estaciones de tratamiento de agua potable de 14 ciudades pronto no podrán funcionar.
“Esto no podía llegar en un peor momento para los niños de Yemen que sufren la violencia, la malnutrición y enfermedades como la diarrea y el cólera”, dijo Geert Cappelaere, el director de UNICEF para el Medio Oriente.
Más de 385.000 niños son desnutridos y el acceso limitado al agua potable es un factor agravante.
Si bien la agencia entrega casi 450.000 litros de combustible a las estaciones de tratamiento de agua en Saná, Hodaidah y Hajjah, sus operaciones también han sido afectadas por las restricciones y los altos precios.
Cappelaere llamó a las autoridades a levantar el embargo.
“Los niños de Yemen han sufrido demasiado y por demasiado tiempo”, aseveró.
Por su parte la oficina de Derechos Humanos de la ONU está preocupada por el aumento de víctimas civiles de los ataques aéreos de la coalición liderada por Arabia Saudita.
Los bombardeos se intensificaron tras la muerte del expresidente Saleh en un ataque el 4 de diciembre.
Al menos 136 civiles murieron en las gobernaciones de Saná, Saada, Hodaidah y Taiz entre el 6 y el 16 de diciembre, informó este martes Rupert Colville, el portavoz del Alto Comisionado.
Desde marzo de 2015 a la fecha, la agencia ha registrado la muerte de 5.558 civiles a causa de la violencia, mientras que más de 9.000 resultaron heridos.
Más de dos años y medio tras la escalada del conflicto en el país, se estima que 22,3 millones de personas, por una población total de 29,3 millones, necesitan ayuda humanitaria. Alrededor de 11,3 millones necesitan asistencia de manera urgente.
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