Por: Redacción/
La inclusión de la enseñanza de la filosofía y las humanidades en el artículo tercero de la Constitución Política de México contribuirá a formar ciudadanos conscientes, críticos y más sensibles ante la corrupción, la falta de valores éticos y el crimen organizado, entre otros problemas, comentó el maestro Gabriel Vargas Lozano, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
La adición de esa disciplina a la Carta Magna abre la oportunidad a la educación en la materia en todos los niveles educativos, aunque su concreción dependerá del contenido de las leyes secundarias, que deberán ser aprobadas por el Poder Legislativo.
El profesor del Departamento de Filosofía de la Unidad Iztapalapa estima que el diseño de contenidos adecuados para instruir en el campo de la filosofía desde el nivel primario favorecerá el desarrollo cognitivo adecuado para alejar a niños y jóvenes del uso de tabletas, teléfonos inteligentes y juegos virtuales enajenantes y violentos.
En Birmingham, Gran Bretaña, y en Francia –ejemplificó– un grupo de pequeños que recibió cursos de filosofía aprendió a leer mejor, organizar el pensamiento adecuadamente y comprender las matemáticas con mayor facilidad, en contraste con el resto de estudiantes que no participó en el programa.
Vargas Lozano explicó que el objetivo de la disciplina y del filósofo es enseñar a reflexionar, formar individuos con criterio crítico frente a la realidad social, así como alentar el intelecto y una cultura científica para combatir la ignorancia.
En opinión del filósofo, se debe trabajar para establecer una noción moderna de la filosofía y determinar su utilidad, combatiendo la idea de la poca importancia de esta materia, que proporciona los elementos fundamentales para crear capacidades intelectuales y pensamientos correctos por medio de la lógica, la ética y la estética.
Para recuperar la importancia de la enseñanza de esa ciencia hasta lograr su inclusión en la Carta Magna fue decisiva la participación del Observatorio Filosófico de México (OFM) y la Asociación Filosófica de México (AFM).
En una carta de la OFM, suscrita por el filósofo Vargas Lozano y colegas de otras instituciones de investigación y educación superior, se congratularon porque finalmente se reconoció la relevancia de la impartición de esta doctrina para la sociedad y el enorme desafío que representa en la orientación de la educación pública.
La filosofía “será un factor importante para la formación de un pensamiento autónomo y crítico que habrá de coadyuvar a la formación de un ciudadano racional y democrático”, quien podrá comprender adecuadamente el significado y la riqueza profunda de una disciplina con tres mil años de historia.
Sin embargo, Vargas Lozano reconoció que en el mundo hay una ofensiva en contra de la incorporación de la materia, por ejemplo, en 2008 el gobierno federal anuló la enseñanza de la filosofía y de las humanidades en la educación media superior, sustituyéndolas por temas técnicos.
En el caso de España, con el triunfo electoral de la derecha se anuló la filosofía como materia en las escuelas y en su lugar se incorporó la religión para enseñar específicamente sobre la iglesia católica, lo que continúa a la fecha.
En América Latina, el presidente de Brasil ha expresado su intención de anular las facultades de Filosofía y Sociología, lo que significaría un retroceso en cuanto a la educación humanística, explicó.
Con el propósito de contribuir a la difusión de la filosofía, en 2011, la Unidad Iztapalapa de la UAM publicó junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) la versión en español del libro electrónico La filosofía, una escuela de la libertad, que señala la importancia de ésta para la humanidad y la conveniencia de que su instrucción abarque todas las etapas de la vida del ser humano.
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