Por: Redacción/
La educación profesional en enfermería para el siglo XXI requiere de modelos innovadores basados en sistemas de cooperación o redes pensadas como una opción de competitividad, enfatizó el doctor Francisco Cadena Santos, presidente de la Federación Mexicana de Asociaciones de Facultades y Escuelas de Enfermería (FEMAFEE).
“La universidad se encuentra ante el desazón de hacerse presente en una sociedad veloz, caracterizada por la información sin fronteras, la mundialización de las tensiones, la acumulación de capital y la desigualdad creciente”, manifestó al participar en el Coloquio Tendencias y perspectivas: función de la evaluación y acreditación educativa,inaugurado el 10 de septiembre y que concluirá el próxima día 14 en la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En México se han experimentado cambios en la enseñanza del cuidado de la salud, por lo que desde los aspectos teórico-prácticos se debe procurar que el desempeño profesional sea acorde con las necesidades políticas en la materia, precisó al dictar la ponencia La educación en enfermería en América Latina: situación actual y tendencias.
Cadena Santos llamó a masificar la educación superior ante un panorama que reporta un incremento vertiginoso de la movilidad académica, con tres millones de estudiantes y la fuga de cerebros en el mundo.
Los cambios que el nuevo siglo ha traído y el proceso de globalización entrañan retos a la educación en la disciplina, de tal suerte que todas las naciones están a la búsqueda de estrategias para dar respuesta al contexto actual.
Cada país de acuerdo con su organización política, económica y social deberá determinar sus propias necesidades, ya que aunque en el continente se vivan problemáticas similares es fundamental identificar las características locales.
Entre los factores a ser evaluados deben reconocerse las presiones demográficas y sociales, el presupuesto disponible, las modificaciones culturales, el tipo de recursos humanos que requiere el mercado laboral de la salud, así como el desarrollo entre los jóvenes de una cultura empresarial, con el fin de que las instituciones actualicen sus métodos pedagógicos y procesos de gestión.
Los programas en enfermería deberán combatir por lo pronto la inequidad en el acceso por motivos de género, étnico, religioso o de clase social, la cada vez más compleja gestión, evaluación, rendición de cuentas y los procesos de acreditación de la educación superior, además de las carencias de actualización y flexibilidad en el currículo. En tanto que las universidades privadas deberán homogeneizar su calidad educativa, ya que algunas de ellas ofrecen cursos de alto nivel pero otras no.
Uno de los debates más polémicos sucede en torno a la necesidad de crear más universidades de clase internacional o si quizá sea mejor idea abrir centros de estudio para la investigación o tal vez segmentarlos todavía más a escuelas de tipo mundial, regional, nacional o religiosa.
Lo cierto es que “para la enfermería, los desafíos de la educación superior deben asociarse a las políticas de salud de los países, a la reforma del Estado en la organización de la atención, ya que la tendencia es que se disminuya la oferta de servicios públicos y crezca la de los privados.
Los niveles epidemiológicos y demográficos deben ser analizados con cuidado porque son parámetros para la organización de las políticas y de la educación de los profesionales del ramo”.
La capacitación de las profesiones de esta disciplina debe armonizarse con los requerimientos de los sistemas sanitarios basados en la atención primaria, promover un cambio de paradigma en la educación en las ciencias de la salud para responder a las necesidades de la población y a los modelos de atención, brindando mayor capacitación en los servicios primarios.
“En enfermería es necesario asegurar un ambiente idóneo, en el cual tengan relación estudiantes, enfermeras clínicas y pacientes, por ello debería contarse con un modelo integral docente asistencial que sirva para el desarrollo de profesionales de la salud en el futuro”, concluyó.
El Coloquio Tendencias y perspectivas: función de la evaluación y acreditación educativa fue convocado por la Coordinación de Educación Continua (CECAD) de la Unidad Xochimilco de la UAM.
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