Por: Redacción/
La educación superior es una necesidad social en nuestro país, pues es el motor de la investigación y la innovación para el desarrollo económico, afirmó Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM.
Con la incorporación de más jóvenes a este nivel educativo se generarán más conocimientos, se integrará de mejor manera el potencial femenino, se formarán nuevos científicos que innoven y ayuden a impulsar tanto la investigación básica como la enfocada a resolver los problemas de la sociedad.
Al dictar la conferencia magistral “El papel de la Educación Superior en México, de cara al futuro que se avecina”, el rector recordó que actualmente se tiene una cobertura del 38.4 por ciento en este nivel educativo y 18 entidades están por debajo del promedio nacional.
Este porcentaje, prosiguió, es menor al promedio de los países miembros de la OCDE, que es de 43 por ciento.
“En los últimos 17 ciclos escolares se registró un crecimiento promedio de un punto porcentual en la cobertura. Si esta tasa se mantiene a futuro, alcanzaremos el 45 por ciento para el 2024-2025”, expuso en el marco del 49 Congreso de Investigación y Desarrollo del Tecnológico de Monterrey.
Por ello, subrayó, la educación superior debe crecer y se tiene que garantizar su calidad. Además, es indispensable contar con un financiamiento suficiente, pues hasta ahora el gasto por estudiante no ha aumentado al mismo ritmo que la matrícula.
En México el gasto por alumno es de seis mil 404 dólares, mientras que el promedio en las naciones de la OCDE es de 11 mil 202 dólares; en Estados Unidos suma 20 mil 526 dólares y en Luxemburgo alcanza los 41 mil 906 dólares.
En nuestra nación, remarcó el rector, el 70 por ciento de la matrícula es atendida por las instituciones públicas, y el 30 por ciento restante por universidades privadas.
Fundamentales en investigación
“Las universidades son fundamentales también para la investigación y la innovación, de cara a la cuarta transformación industrial”.
En 2017, en el país se solicitaron mil 334 patentes, de las cuales 368 (32 por ciento) fueron de universidades, seguidas de los institutos de investigación (23 por ciento), inventores independientes (23 por ciento) y empresas (22 por ciento).
Además, resaltó, la UNAM fue la que más patentes obtuvo, con 43, seguida por el Tecnológico de Monterrey, con 20, y por el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), del Instituto Politécnico Nacional.
Ante ello, el rector lamentó que este año el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) tenga una disminución de dos mil 461 millones de pesos, equivalente al 12.5 por ciento real.
La urgencia de reforzar la ciencia y la innovación, insistió, se observa también en el número de investigadores por cada millón de habitantes, que en el país es de 242, mientras que en Brasil es casi del triple, con 698, y en España suman dos mil 653.
La educación superior, insistió, es motor de desarrollo social, pues permite que quienes la reciben tengan mejores ingresos, mayor capacidad de desarrollo, más posibilidades de entender y tolerar las diferencias y diversidades, y buscar vivir en un mundo más equitativo y sustentable.
Para afrontar los retos actuales, se requiere educar de manera distinta, y para ello es importante que el mercado laboral retroalimente a las instituciones de educación superior que forman profesionistas conocedores y competentes.
En las instituciones, concluyó, es cada vez más importante una formación en la que las artes y las humanidades se relacionen con la ciencia y la tecnología, las ingenierías, las matemáticas y la biología humana, y que se prepare a los jóvenes para adaptarse y seguir aprendiendo a lo largo de su vida.
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