Por: Readacción
La educación superior pasa por la transformación más importante de los últimos años debido a los avances tecnológicos, pero también a las nuevas pedagogías asociadas a esos progresos, afirmó Mike Sharples, investigador del Instituto de Tecnología Educativa de la Universidad Abierta del Reino Unido.
El especialista británico ofreció la conferencia Pedagogía innovadora: Transformando la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación en la Educación Superior en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en la que señaló que los centros universitarios “se enfrentan con nuevas tecnologías y pedagogías en sus procesos de enseñanza aprendizaje”.
De acuerdo con un reporte realizado en 2012 por un grupo internacional de casi 1,000 expertos, para el año 2020 la educación superior será “muy diferente a como la conocemos hoy”, pues habrá una adopción masiva de teleconferencias y del aprendizaje a distancia para potenciar los recursos de las instituciones.
También ocurrirán numerosas experiencias de enseñanza individualizada, enfoques en los que “ya no tendremos tanta actividad física en los campus”. Las evaluaciones se harán de manera particular, es decir, “la calificación de las habilidades de los estudiantes y los requisitos para graduarse serán personalizados”. Todo lo anterior, dijo, implica que “habrá un gran cambio en el modo como la educación universitaria se imparte en nuestros días”.
En el Coloquio Innovación Educativa y Agencia Académica, organizado por el Grupo Interdisciplinario en Creatividad Computacional de esa sede académica, el especialista en Tecnologías de la Educación comentó que el reporte Horizon, publicado cada año en Estados Unidos informó en 2012 sobre el aumento en el uso de dispositivos móviles, como teléfonos y tabletas, y los cambios que se estaban gestando en cuanto al uso de tecnologías.
Sin embargo, advirtió, “nos contaron la mitad de la historia, porque se enfocaron solamente en los aparatos y no describieron los cambios que estaban sucediendo en la propia educación”.
Si bien las tabletas, teléfonos inteligentes e incluso el dispositivo que puede colocarse en la oreja para tener una traducción automatizada de un idioma a otro, ayudan a acceder a información al momento, es importante observar las nuevas formas de instrucción en el mundo digital.
Por ello en la Universidad Abierta de Reino Unido se decidió realizar un reporte similar, pero con el objetivo de analizar la forma en que la pedagogía, la ciencia de educar, está siendo transformada.
Un ejemplo es el salón de clases invertido o aula invertida, en la que los jóvenes van a su casa y trabajan de manera individual para obtener información de videos o en internet y luego llegan a la clase para tratar de resolver problemas junto con los demás. El papel del profesor no es dar el contenido, sino ayudarlos a resolver problemas.
Este método ha resultado muy exitoso ya que “el alumno es más activo en su aprendizaje”, pues al investigar en internet o ver videos, puede hacer pausas y anotaciones, para llegar al aula y resolver algún tema con sus compañeros, guiados por el profesor. Esta es una interacción activa exitosa, porque de acuerdo con los reportes, las calificaciones mejoraron seis por ciento.
Es importante ver cómo los estudiantes aprendieron aún más al tener primero una exploración sobre el tema antes de la clase, porque fueron capaces de comprender mejor las diferentes dimensiones de un problema. “Este nuevo enfoque parece ser el medio más exitoso” y es un ejemplo de que más que la tecnología, “la nueva pedagogía, fue lo que causó el logro”, apuntó el investigador.
“Hoy tenemos un nuevo panorama acerca de los procesos educativos en el nivel superior”, y un aspecto de este entorno es el aprendizaje híbrido –en el que los alumnos pueden tomar el curso en línea o en el campus–, que las universidades tradicionales están empezando a impulsar.
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