Por: Redacción/
La democracia exige una renovación que supone repensar sus principios, valores y reglas para lograr la construcción de una ciudadanía más sólida y comprometida con esta forma de gobierno, dijo el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello.
Durante su participación en la tercera edición del Seminario Permanente “Democracia y elecciones en el mundo”, afirmó que ante un contexto de emergencia sanitaria a nivel mundial tanto la democracia como las elecciones requieren de nuestra atención.
La toma del Capitolio en Estados Unidos, agregó, “es resultado de muchos otros procesos y dinámicas previas, mostró cómo la polarización y la intolerancia, alimentadas por noticias falsas, prejuicios ideológicos y un uso poco ético de las redes sociales, representan una amenaza a la democracia”.
Aseguró que la violencia que se vivió en Washington el pasado 6 de enero y la amplia participación ciudadana que registraron las elecciones, sin duda muestran que todas y todos debemos abonar a que este fenómeno no dañe nuestra convivencia democrática, a la par que evidencian las posibilidades y desafíos que enfrentamos.
En ese sentido destacó la importancia de pensar que la ciudadanía del presente y del futuro podría ser una forma, de las muchas que sin duda existen, para abordar e identificar salidas para las disyuntivas que se enfrentan colectivamente.
Córdova Vianello evidenció que la urgencia de repensar la democracia, las elecciones y la ciudadanía se refleja en estos dos eventos en apariencia contradictorios: la alta participación y la violencia postelectoral, pero que forman parte de una misma realidad.
Expresó que a pesar de las imperfecciones y la oportunidad de mejora que prevalece, la democracia se mantiene como el mejor mecanismo para renovar de forma pacífica y periódica los poderes públicos, identificar y resolver los conflictos en sociedades complejas y plurales, así como generar condiciones favorables para el desarrollo de las naciones, “lo mismo en México que en el resto del mundo”.
Fortaleza de las instituciones
Al moderar el Seminario, organizado por el INE de forma conjunta con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Consejera Claudia Zavala reflexionó sobre la fortaleza que demostraron las instituciones estadounidenses ante el embate que vivieron.
“Las instituciones hicieron lo que tenían que hacer; instituciones sólidas que probaron que el sistema elegido en un país funciona a partir de la recreación de la democracia, lo que implica un actuar responsable, prudente y firme de cada una de ellas”.
En su oportunidad, el Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Raúl Contreras, estimó que la toma del Capitolio fue un hecho que convenció a los Republicanos de que la polarización es un riesgo y si ésta se acentúa, en cuatro años su democracia podría no soportar las consecuencias.
Ante este panorama resaltó las fortalezas del sistema mexicano, que hoy más que nunca resulta ejemplar a pesar de la prevalencia de un enfoque crítico y del hecho de que en que cada elección aquellos que perdieron busquen una reforma para ver si a la próxima ganan.
“Podemos sentirnos satisfechos de que tenemos un sistema electoral del que no tengo ninguna duda habrá de resistir el reto que la propia pandemia nos está dando. El reto no es cómo está la estructura electoral, sino cómo va funcionar en tiempos de pandemia”, sentenció.
Reforma electoral en Estados Unidos necesaria, pero inviable
Ana María Salazar, analista en temas internacionales y de seguridad nacional habló sobre el papel que tendrían que haber asumido las instituciones de seguridad estadounidenses para garantizar que las elecciones se llevaran dentro del Estado de Derecho, lo que no se logró durante los hechos violentos que se vivieron.
En este aspecto señaló que a pesar de los evidentes problemas que se evidenciaron durante los comicios en Estados Unidos, resulta poco viable que se logre una reforma a su sistema electoral, dadas las prioridades que se viven con la pandemia de COVID-19 y todas sus implicaciones.
José Luis Valdés Ugalde, investigador del Centro de Estudios sobre América del Norte de la UNAM coincidió en que resulta inviable que se concrete esta reforma, ya que necesariamente implicaría la desaparición del Colegio Electoral para regresar a que cada voto cuente.
No obstante enfatizó lo deseable que resultaría para los estadunidenses contar con una autoridad electoral como el INE que permitiera que las reglas del juego se cumplieran de manera adecuada.
A su vez, Sébastien Brack, Director del Programa Elecciones y Democracia de la Fundación Kofi Annan, refirió que con la mayoría con que cuentan los Demócratas en el Congreso, únicamente les quedaría convencer a 10 Republicanos para lograr este cambio ante la evidente necesidad y oportunidad que tienen de que se concrete.
Y es que, externó, lo visto durante los últimos cuatro años en Estados Unidos ha abierto la puerta a muchos gobiernos autoritarios para que sientan que tienen derecho de obtener más poder, por lo que el papel de esta nación será fundamental en el escenario global. “Estamos en un punto clave para las democracias de todo el mundo”, indicó.
Finalmente, Amy Glover, Directora y socia fundadora de Agil(e), se manifestó poco optimista de que se concrete un cambio constitucional, a pesar de reconocer la necesidad que tienen las democracias de modificarse de forma continua.
También cuestionó lo limitado del sistema bipartidista en Estados Unidos, por ser el incentivo perfecto para crear posiciones extremas y que finalmente se vieron reflejadas con la elección de Donald Trump y ahora con la renovación de la Presidencia.
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