Por: Redacción/

En la reunión virtual de la junta directiva de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, el jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, Santiago Nieto Castillo, reconoció que en el marco de la contingencia sanitaria por el COVID-19, la delincuencia “al final del día no se detiene, se está moviendo a otros elementos”.

Estos son: contratación por Internet; fraudes de Internet y redes sociales; el uso de transmisores de dinero; utilización de depósitos en cuentas del sistema financiero que son retiradas de manera inmediata, así como la generación y crecimiento del uso en efectivo. Por lo que, el objetivo, es generar políticas públicas que atiendan esto, afirmó.

La junta directiva de la comisión, presidida por la diputada Patricia Terrazas Baca (PAN), acordó este encuentro con el funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con el propósito de conocer los riesgos de lavado de dinero y financiamiento al terrorismo detectado en el ámbito internacional, con motivo de la contingencia sanitaria de carácter mundial del COVID-19.

Actividad de la delincuencia organizada ya está en línea

En su intervención inicial, Santiago Nieto precisó que con el cierre de las empresas no esenciales se ha incrementado el uso del trabajo remoto y la interacción social en línea, por lo que, “ese es el primer tema que tenemos que ver como riesgo, en virtud de que la actividad de la delincuencia organizada va a brincar de la ordinaria a la de línea, lo que tiene un efecto importante en temas de defraudación”.

Se requieren mecanismos que permitan fortalecer la economía en el ámbito de lo formal, pues cuando se tiene este tipo de pandemias, uno de los impactos directos es que el dinero empieza a circular en efectivo y en ámbitos fuera de la economía formal, al ser más fáciles, “lo que genera un riesgo porque se tiene más efectivo circulando y esto provoca posibles casos de corrupción y temas relacionados con delincuencia organizada”.

Mencionó que a consecuencia de la pandemia COVID-19 en el ámbito mundial ha habido un aumento de fraudes financieros por impostores vía internet, por suplantación o por venta de productos o inversiones que no existen. También, adulteración o falsificación de medicamentos, así como venta de pruebas falsas, “de esto último ya se han conocido casos en México”.

El funcionario de la SHCP expuso que se ha duplicado la venta de insumos que no cumplen con los criterios específicos que necesita el sector salud, como son mascarillas o gel antibacterial.

En el tema de la corrupción política en este tipo de casos, dijo, se da en las contrataciones gubernamentales y “aquí el proceso ha sido acompañar a las instancias para evitar que se presenten actos de corrupción, pero debemos tener presente que hay un aumento en las operaciones sustanciales en términos financieros y que son de carácter remota y no presenciales, lo que provoca nuevos riesgos para las personas que generan actividad comercial”.

Otro tópico a cuidar, abundó, tiene que ver con el incremento de las casas de empeño, prestamistas y medios de financiamiento informal. “El riesgo es que se eleve el número de empeños respecto a la práctica cotidiana que se tiene en el país”.

El desempleo, dijo, también puede generar mayor incremento o un aumento de reclutamiento de personas por parte de la delincuencia organizada, “es algo que hay que tener con claridad. Por lo tanto, yo soy partidario de que los programas sociales del gobierno federal se estén manteniendo y haya apoyos para las micro, pequeñas y medianas empresas, para poder generar un mecanismo de protección”.

Se debe revisar a las organizaciones sin fines de lucro, porque en muchas ocasiones se pueden ver dos elementos negativos: que sean verdaderas pero que se esté haciendo un mal uso de ellas para lavar dinero en estos momentos de contingencia, y por otro lado, el surgimiento de organizaciones sin fines de lucro falsas, que empiezan a recopilar dinero por internet o redes sociales.

“Nosotros estamos en este proceso de revisar que no nos encontremos en presencia de este problema de mal uso de las organizaciones sin fines de lucro, pero sobretodo que no se generen otras falsas para estar defraudando a la sociedad mexicana”, expuso.

Santiago Nieto añadió que se debe plantear los delitos cibernéticos que se pueden presentar, como recibir mensajes para usurpar la identidad de alguien. En otras naciones, añadió, personas se han hecho pasar por integrantes de la Organización Mundial de la Salud, y eso puede ser riesgoso. “Debemos estar pendientes de que no se usen cuentas falsas que pidan dinero y que eso también pase con empresas farmacéuticas que empiecen a ser falsificadas en su mecanismo de operación”.

Recoció que la corrupción, por supuesto, existe aun cuando hay pandemia. Tan sólo el IMSS, agregó, ha denunciado un caso de robo en almacenes; por lo que, buscamos que las contrataciones gubernamentales se encuentren absolutamente blindadas. “Lo importante es evitar el desvío de los fondos y bienes que se tienen para enfrentar la contingencia y también evitar que ese dinero sea mal utilizado y evitar otra “Estafa Maestra” u otros procesos en donde aparecen empresas fachada que terminaban ganando las contrataciones. Es algo que tenemos que evitar en este momento”.

Llamó a pensar otro tipo de delitos, principalmente los riesgos que corren las niñas y los niños que ahora tienen mayor presencia en Internet y redes sociales, porque están expuestos a temas de pornografía infantil, explotación y trata de personas. “Estos casos pueden aumentar en la pandemia”.

De igual modo, pidió estar atentos a lo que pasa en las aduanas, en lo particular, con el fentanilo. Se debe asegurar que llegue a las farmacéuticas y hospitales, y así evitar que pueda ser trasladado a otros lugares para producir los psicotrópicos que terminan privando de la vida a las personas. “Hay un problema real en aduanas; es algo que se tiene que atacar, primordialmente con el flujo de fentanilo”.