- En este último año, la instancia ha avanzado en la construcción de mecanismos de políticas de promoción y respeto de los derechos humanos y universitarios, mediante la aplicación de encuestas virtuales y el diálogo con el estudiantado
Por: Redacción/
La red fundamental de apoyo que debe tejerse en la Defensoría de los Derechos Universitarios (DDU) es uno de los aspectos más prometedores para enfrentar el reto de la violencia contra las mujeres en la Casa abierta al tiempo, destacó la doctora Guadalupe Huacuz Elías, al rendir hoy su primer informe anual como titular del organismo, en la sesión 496 del Colegio Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En este último año, la instancia ha avanzado en la construcción de mecanismos de políticas de promoción y respeto de los derechos humanos y universitarios, mediante la aplicación de encuestas virtuales y el diálogo con el estudiantado para detectar y conocer de primera mano sus necesidades.
Además realizó actividades para conocer la problemática en la materia, “ya que el objetivo es la incidencia razonada y justificada para el diseño de políticas adecuadas y eficaces” en favor de una cultura de la paz en la UAM, sin embargo, en los primeros meses de esta segunda gestión de la Defensoría se dedicaron a dar seguimiento a la Recomendación 2/2020 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y a los esfuerzos de planeación e interlocución con actores clave, con el fin de potenciar la discusión para un mejor tratamiento de los casos de violencia por razones de género.
Estas acciones no se han reducido a dar cumplimiento a las demandas de la CNDH, pues desde antes ha existido la colaboración interna para implementar medidas que descarten este tipo de situaciones en el espacio universitario.
La aprobación de las Políticas Transversales para Erradicar la Violencia por Razones de Género y las modificaciones al Reglamento del Alumnado en ese mismo aspecto han sido las bases para impulsar el programa de la DDU.
En cuanto a dar respuesta a la Recomendación 2/2020 de la CNDH por el caso de violación al derecho humano de las mujeres a una vida libre de violencia en agravio de una estudiante y trabajadora de esta casa de estudios en 2016, en coordinación con otras instancias se elaboró un diagnóstico integral, intrainstitucional y complejo para que opere como línea en la instrumentación de las políticas transversales contra estos actos.
Por invitación de la CNDH, se integraron mesas para crear un nuevo Protocolo de Atención a las Víctimas de Violencia por Razones de Género que estandarice el tratamiento e identifique las responsabilidades de personas, áreas o instituciones, y que sea aplicable a todas las unidades para presentarse al Colegio Académico.
La Defensoría capacita al personal encargado de operar el Protocolo, en aras de una atención adecuada y con diligencia, evitando en todo momento la revictimización de las afectadas y, más allá de la CNDH, a través de la capacitación a personas clave se propone una estrategia de comunicación efectiva que erradique la violencia de género; emita las bases de una cultura de la paz; aliente mecanismos de prevención e intervención asertiva en casos de violencia por motivos de género, y permita el diálogo entre la comunidad, subrayó Huacuz Elías.
En este periodo también se ofreció un taller de homogeneización de conocimientos sobre la complejidad de la violencia contra las mujeres y la ruta crítica para la resolución con resultados positivos, incluidas las condiciones derivadas de la pandemia por el virus SARS-Cov-2 que marcaron el pulso de 2020.
La DDU propuso una metodología en el diseño del Protocolo Único para Prevenir y Atender los Casos de Discriminación y Violencia de Género, dando seguimiento a la Recomendación 2/2020 de establecer Mesas en las fases de planeación, coordinación y facilitación, sistematización, con la meta de estandarizar el tratamiento de las posibles denuncias por acoso y hostigamiento sexual.
Talleres de diagnóstico serán impartidos con la participación de quienes la UAM considere pertinente –alumnas, profesoras, investigadoras y trabajadoras administrativas– con el fin de generar espacios de reflexión y discusión sobre ejes medulares que posibiliten la elaboración de un primer borrador unificado.
El Proyecto Modelo Eficiente para la Atención, Investigación y Emisión de Recomendaciones por Violaciones a los Derechos Universitarios se gestó a partir del análisis de los formatos de orientación; las quejas recibidas de manera directa o las remitidas por la CNDH, y los expedientes enlistados y los encontrados no numerados, refirió Huacuz Elías.
Ahora será necesario desplegar procedimientos para investigar posibles afectaciones a las y los peticionarias (os), por lo cual debe fijarse un parámetro mínimo de seguimiento y cierre de expedientes sustentado en los principios de buena fe, eficiencia, equidad, legalidad, objetividad, prudencia y confidencialidad.
En estos criterios se labora desde la entrega-recepción de los documentos relacionados con orientaciones y quejas recibidas en la presente administración, las cuales fueron notificadas a la Oficina del Abogado General y a la Contraloría.
Para atender los expedientes, la Defensoría puso en marcha un esquema fundamentado en el Reglamento de la Defensoría de los Derechos Universitarios (REDDU) y las reglas de Funcionamiento Interno de la Defensoría de los Derechos Universitarios (REFINDDU), integrando una base de datos con el registro de los casos recopilados por la CNDH que contiene número de folio; fecha y modalidad de recepción; nombre completo del quejoso, sexo o género, correo electrónico, Unidad y lugar donde está inscrito, entre otros.
“Estamos por acordar un mecanismo de seguimiento a la canalización de los casos, a efecto de tenerlos actualizados, en especial las quejas de la administración pasada en las que se desconoce el estatus”.
Este procedimiento ha implicado que en las funciones de la DDU se haya priorizado el contacto directo con las y los miembros de la comunidad universitaria a través de los medios electrónicos, no sólo para confirmar su queja o petición sino para brindar un trato y escucha más cordial y humana, con criterios de derechos humanos y enfoque de género interseccional, los cuales obligan a conocer el contexto en que se desarrollaron los hechos y el que vive quien presenta una queja.
Dentro de los retos y metas de la DDU está abatir el rezago de expedientes recibidos en la administración pasada –2017-2020– así como el atraso en aquellas emitidas por la CNDH en el mismo periodo y de las que no se cuenta con información actualizada.
También “nos queda por delante diseñar un catálogo de violaciones a derechos universitarios con el propósito de contar con un instrumento que permita unificar los criterios para identificar y clasificar las conductas violatorias a los derechos universitarios; elaborar un manual de procedimientos para integración de quejas, fortalecer la Oficina Virtual y procurar elementos para la mediación y la justicia restaurativa, así como realizar un estudio comparativo con ordenamientos de otras universidades para reformar el Reglamento de la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Casa abierta al tiempo”.
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