Por: Redacción/
Más de una cuarta parte de la población adulta mundial (1.400 millones) no realizó suficiente actividad física en 2016, una situación que los coloca en mayor riesgo de riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, demencia y algunos tipos de cáncer.
Estos datos forman parte del primer estudio para estimar las tendencias de la actividad física mundial realizado por investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y publicado en la revista The Lancet Global Health, para el que participaron 1,9 millones de personas adultas en 168 países.
El estudio señala que se han llevado a cabo escasos avances en la mejora de los niveles de actividad física entre 2001 y 2016. Además, sostiene que, de mantenerse las tendencias actuales, no se alcanzará el objetivo mundial que busca una reducción del 10% de la inactividad física para el año 2025
En 2016, aproximadamente una de cada tres mujeres (32%) y uno de cada cuatro hombres (23%) en todo el mundo no practicaban la cantidad recomendada de ejercicio para mantenerse sanos, es decir, al menos 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de actividad física fuerte a la semana.
Las mujeres se ejercitaron menos
Las mujeres hacen menos ejercicio que los hombres en todas las regiones del mundo, con la excepción de Asia oriental y sudoriental.
Las mayores desigualdades por países se produjeron en Bangladesh (40% de hombres por 16% de mujeres), Eritrea (31% por 14), Filipinas (49% por 30%) Sudáfrica (47% por 29%), Turquía (39% por 22%), EE.UU. (48% por 32%) y el Reino Unido (40% por 32%).
“Combatir estas desigualdades en los niveles de actividad física entre hombres y mujeres será fundamental para alcanzar los objetivos mundiales de actividad y requerirá medidas para promover y mejorar el acceso de las mujeres a oportunidades que sean seguras, asequibles y aceptables desde el punto de vista cultural”, dijo la coautora del informe, la Dra. Fiona Bull, de la OMS.
Crece el sedentarismo en los países ricos
Los adultos que viven en países de ingresos altos son más sedentarios (37%) que los que viven en países de ingresos bajos (16%).
El sedentarismo aumentó especialmente en los los países occidentales de renta alta (del 31 % en 2001 al 37 % en 2016) y América Latina y el Caribe (del 33 % al 39 %). Entre los países que lideraron esta tendencia se encuentran Alemania, Nueva Zelanda, EE.UU., Argentina y Brasil.
Por el contrario, en Asia oriental y sudoriental (del 26% en 2001 al 17% en 2016) disminuyó, en gran medida por el aumento del número de personas que realizaron ejercicio en China, el país más poblado de la región.
Las tasas más altas de sedentarismo en 2016 se encontraron en adultos en Kuwait, Samoa Americana, Arabia Saudita e Irak, con más de la mitad de todos los adultos en esta situación. Comparativamente, alrededor del 40% de los adultos en Estados Unidos, el 36% en el Reino Unido y el 14% en China no realizan suficiente actividad física.
En los países más ricos, la evolución hacia ocupaciones más sedentarias, el ocio y el transporte motorizado podría explicar los mayores niveles de inactividad, mientras que en los países de ingresos más bajos, se practica más actividad física en el trabajo y en el transporte, según los autores del informe.
Pese a que la disminución de la actividad física, tanto en el trabajo como en casa, es inevitable a medida que los países prosperan y el uso de la tecnología aumenta, la OMS advirtió que los Gobiernos han de promover infraestructuras que faciliten los desplazamientos a pie y en bicicleta y la práctica de deportes.
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