Por: Redacción
La clonación de seres humanos no tiene razones científicas, éticas ni morales, pero en el caso de animales se justifica por los beneficios que pudiera aportar en la alimentación y la salud humana, aseveró el doctor Eduardo Casas Hernández, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En la Mesa redonda: Multi enfoque de la clonación de mamíferos, organizada por el Departamento de Biología de la Reproducción y la Maestría en Biología de la Reproducción Animal de la Unidad Iztapalapa, Casas Hernández aseveró que la clonación de humanos no llevará a “fabricar el hombre perfecto” porque a diferencia del resto de los organismos vivos posee una herencia genética, cultural y social importante que define muchas de las características de una persona adulta.
Al referirse a los principios de la clonación el docente expuso que para hacer seres exactamente iguales sería necesario, además de las experimentaciones científicas, recrear la vida día por día del individuo, así como los conocimientos y habilidades no descritos en los genes que se adquieren con el tiempo y el medio social.
Además ¿quién determinará cómo deberá ser el hombre perfecto, su constitución física –color, estatura, ojos– inteligencia, fortaleza, entre otras cualidades? El dilema involucra valores éticos y morales, ya sea por clonación, técnicas de reproducción asistida o por la manipulación de embriones para modificar algunas características.
El profesor-investigador del Departamento Ciencias de la Salud de la Unidad Iztapalapa señaló que en el caso de animales se busca crear especies súper dotadas para la producción de alimentos –leche–, cerdos transgénicos de laboratorio capaces de donar órganos y tejidos a los seres humanos o animales que produzcan proteínas para curar enfermedades.
Es decir, a partir de la clonación terapéutica podría obtenerse un embrión que genere en su etapa temprana de desarrollo un grupo de células troncales que pueda utilizarse en el tratamiento de diabetes, artritis, SIDA, infartos, lesiones de sistema nervioso, diversos tipos de cáncer, Parkinson y Alzheimer, entre otras enfermedades degenerativas.
Los estudios sobre clonación han permitido entender el proceso de desarrollo embrionario y eventualmente el de enfermedades, conocimiento que se enriquece con técnicas de reproducción asistida, como la inseminación artificial, la inyección de espermatozoides directamente en un óvulo y la donación o transferencia de embriones de un organismo a otro.
La clonación que se ha desarrollado a lo largo de décadas ha demostrado ser una técnica poco eficiente, con un porcentaje de éxito entre cero y cuatro por ciento, y de manera general se ha observado que los mamíferos clonados presentan mayor tamaño al nacimiento, pero fallas renales, hepáticas y respiratorias con muerte en edades muy tempranas, entre otros problemas.
Sin embargo, los que sobreviven más allá de meses o años son prácticamente normales e iguales a los originales por reproducción sexual normal, apuntó el académico del Laboratorio de Biología Celular.
El doctor en Biología Experimental y especialista en el estudio del fenómeno de fertilización en mamíferos, recordó que la oveja Dolly fue el primer mamífero creado en 1996 por transferencia nuclear de células somáticas, resultado de los estudios desarrollados por los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell.
Después de esto, abundó, se han desarrollo múltiples experimentos con diversas técnicas como primates clonados a partir de tejidos embrionarios; transferencia nuclear utilizando núcleos de células transgénicas, o la obtención de células troncales a partir de la técnica de clonación en laboratorio.
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