Por: Redacción

La Ciudad de México no cuenta con un diagnóstico real sobre vivienda en riesgo, mucho menos de los hogares con hundimientos o grietas, aseguró la diputada Ana María Rodríguez, quien presentará un punto de acuerdo en la materia que permita desarrollar mesas de trabajo conjuntas entre los diferentes grupos parlamentarios de morena, PRD, PRI y PAN y autoridades del gobierno central.

Ante ello, planteó que las mesas de trabajo se desarrollen con las secretarías de Protección Civil, Desarrollo Urbano y Vivienda, Obras y Servicios, así como Finanzas, Instituto de Vivienda, Sistema de Aguas de la Ciudad de México, entre otras autoridades, con la finalidad de conocer los avances del diagnóstico general de riesgos, las necesidades presupuestales para rehabilitación de vivienda o reubicación de familias y el número de familias que viven en esta situación.

El Atlas de Riesgo de la delegación Iztapalapa realizado por geólogos de la UNAM, reporta que 14 mil familias de esta demarcación viven en esta situación. Sus viviendas y la infraestructura urbana registran daños estructurales, a consecuencia de la irracional sobre explotación de los mantos acuíferos.

Otros estudios, por ejemplo, no están actualizados. Así tenemos, dijo, el Informe de Gestión del año 2009, del Instituto de la Vivienda del DF, el cual reportó un universo de 8 mil 228 viviendas en alto riesgo en la Ciudad, mientras que datos de la Secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda señalan que hay 11 512 viviendas en zonas de alto riesgo por estar ubicadas en barrancas.

A la fecha se han invertido más de 103 millones de pesos en la elaboración del Atlas de Riesgos y Peligros de la Ciudad de México que comenzó en 2007, sin embargo, de acuerdo con información pública de la Secretaría de Protección Civil no es posible contar con una versión pública del Atlas porque se trata de programas, hardware y software, con una gran cantidad de datos. Ante ello, la legisladora propuso la elaboración de una versión pública.

No obstante, la diputada señaló la necesidad de conocer un estudio único actualizado, para impulsar medidas que permitan reubicar a las familias o rehabilitar sus hogares, al comentar que la mayoría de las familias viven con riesgo de derrumbe por el nivel de grietas.

Por ello, plateó, que esta problemática que afecta a las viviendas principalmente, bien podría conceptualizarse también como territorios en riesgo, por el nivel de afectación que se da en el conjunto de la infraestructura urbana.

Las mesas de trabajo, señaló, también permitirá que la Secretaría de Protección Civil, la Secretaría de Obras y Servicios y el Sistema de Aguas de la Ciudad de México, informen sobre cuántas viviendas en la ciudad tienen diagnosticadas en situación de riesgo geológico e hidrometeorológico; así como el padrón preciso de las ubicaciones de dichas viviendas y el nivel de riesgo que presentan; de igual manera informen sobre las evaluaciones de posibles daños en la estabilidad de terrenos y del subsuelo que han implicado las megaconstrucciones y rascacielos; y en caso de no contar con dicha información actualizada, informen en el plazo que podrían tener integrada la información.