Por: Redacción/
Las relaciones internacionales pasaron a una nueva fase a partir de 1991 –cuando comenzó el declive de un sistema en el que predominaban dos fuerzas que mantenían cierta estabilidad– con la caída de la Unión Soviética que derivó en una catástrofe geopolítica y trajo consigo “una lucha de varias potencias con la hegemonía de Estados Unidos”, expuso el Señor Evgeny Zakharov, agregado cultural de la Federación Rusa en México.
En la conferencia magistral A 100 años de la revolución explicó que previo a ese año existieron dos polos globales que ejercían un contrapeso, en “un mundo bipolar con cierto equilibrio, pero que después cedió el dominio a Washington y desde entonces han aparecido nuevos poderes multinacionales”.
En 1917 Rusia era una de países más modernos y se caracterizaba por el progreso, pero vio interrumpido un proceso histórico que había logrado dotar de mejores derechos a los trabajadores a diferencia de lo que ocurría en todo el mundo.
Ante jóvenes universitarios reunidos en la Sala de Consejo Académico de la Unidad Xochimilco de la UAM, el diplomático ruso ofreció un breve recuento histórico de la guerra civil desatada y del surgimiento de un espacio inestable para la ex Unión Soviética.
Zakharov recordó que al derrocamiento del régimen zarista siguió la llamada Revolución de Octubre bajo el liderazgo intelectual de Lenin con el lema La fábrica a los obreros y la tierra a los campesinos, y luego de esa etapa bélica el gobierno soviético de ese entonces fue capaz de reconstruir su economía nacional en tan sólo cinco años, incluso crear nuevos sectores en la industria.
Sin embargo, el estallamiento de la Segunda Guerra Mundial sumió al país en una nueva crisis, además de que obstruyó sus planes de usar la energía atómica con fines pacíficos y para dotar de electricidad a la nación.
En la actividad organizada por el Centro de Estudios de Eurasia, la Maestría en Relaciones Internacionales y el Área de Política Internacional de esa sede universitaria, el político señaló que el Partido Comunista aún es muy popular entre la población, pues registró 20 por ciento de los votos en la pasada elección, convirtiéndose en la segunda fuerza política; “la gente siente nostalgia de esa época y aún la percibe como un suceso positivo”.
Acerca de las noticias que circulan en redes sociales para desprestigiar a Rusia y su historia socialista, Zakharov manifestó que “es inaceptable traer asuntos del pasado al presente y constituye una ofensa actualizar un conflicto de hace cien años al Siglo XXI, cuando su país está dispuesto a restaurar las relaciones internacionales siempre y cuando éstas sean igualitarias”.
De igual forma negó la injerencia de Rusia en las elecciones y consecuente victoria de Donald Trump, ya que se ha abstenido de inmiscuirse en los asuntos internos de cualquier nación”. La idea de unidad es, por el contrario, una premisa que se desea impulsar.
La doctora Ana Teresa Gutiérrez del Cid, profesora-investigadora del Departamento de Política y Cultura de la Unidad Xochimilco de la UAM, agregó que “en el conflicto Sirio, Rusia ayudó a establecer un gobierno nacional después de una invasión iniciada por los estadounidenses, por lo que es necesario un orden global en el que las potencias no quieran atacar países pequeños y débiles que poseen riquezas naturales”.
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