Por: Redacción/
Hammurabi indicó el 14 y el 15 de enero que UNMAS y G4S carecían del permiso correspondiente por parte de las iglesias para llevar a cabo el desminado y les responsabilizó de actuar “de una manera bárbara y arbitraria con total desprecio por la santidad” del templo.
El Servicio de la ONU en Iraq ha convocado una reunión a la que asistirán representantes de Hammurabi y funcionarios del arzobispado católico sirio, junto a otras autoridades iraquíes, para examinar detenidamente los hechos relacionados con sus declaraciones y espera que puedan corregir su testimonio cuando dispongan de toda la información.
UNMAS indicó que tiene gran interés en preservar todos los sitios arqueológicos, religiosos e históricos durante sus operaciones de evaluación y limpieza.
Señaló que trabaja en estrecha colaboración con el Estado iraquí y las autoridades religiosas para garantizar la seguridad y protección de este tesoro nacional, y evitar así cualquier daño adicional al que hayan causado los terroristas y el conflicto en ese país.
A la fecha se han retirado de las iglesias 53 cinturones con explosivos, 74 explosivos de diversa índole, 7 artefactos improvisados y materiales diversos.
Desde el inicio de la remoción de explosivos en Mosul en noviembre de 2017 hasta diciembre del año pasado, UNMAS ha finalizado 1500 tareas de retiro en las que se ha conseguido eliminar 48.000 artefactos de todo tipo.
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