Por: Redacción
México carece de reglamentos de construcción, que constituyen la receta por excelencia para evitar el colapso de los inmuebles, mientras que la alerta sísmica –un recurso de último minuto– no representa una solución de fondo, señaló el doctor Carlos Miguel Valdés González, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
Hay omisiones y falta de aplicación correcta de la norma o actualización de la misma, además de que las ejecuciones de las obras reportan detalles que vulneran las edificaciones ante un riesgo, agregó el ingeniero geofísico de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Al participar en el Primer Foro Interdivisional e interinstitucional Bienestar integral, fenómenos naturales, emergencias y desastres en la Ciudad de México, el maestro y doctor en Geofísica de la Universidad de Wisconsin-Madison, Estados Unidos, enfatizó que un plan nacional de desarrollo ideal debería plantear las necesidades sociales de infraestructura mediante programas –nacionales y locales– de protección civil, lo cual implicaría un desarrollo regional urbano.
En la conferencia Herramientas para la prevención de desastres de monitoreo y alertamiento de peligros de origen natural, el especialista explicó que la elaboración de los escenarios de riesgo permite medir la vulnerabilidad de los edificios en función de los suelos, tomando en cuenta que en el centro del país se reportan en promedio ocho movimientos telúricos diariamente.
“Cada individuo o persona que fallece a causa de un desastre representa una pérdida económica, una inversión social materializada en servicios públicos, ya que al momento de morir se elimina todo el potencial que durante varias décadas iba a devolver a la sociedad, por ello entre los bienes expuestos colocamos la vida humana”, expresó.
Convocado por el Laboratorio de Habitabilidad y Desarrollo Sustentable, el doctor Valdés González apuntó que México ha participado en el desarrollo de un atlas mesoamericano, cuya finalidad es mostrar a autoridades y responsables de prevención y mitigación una plataforma con la ocurrencia de los sismos de forma regional, los volcanes activos y los vientos intensos.
“Un peso invertido en prevención permite ahorrar al menos siete, es decir, la inversión en este rubro reditúa en los costos de la infraestructura y en el cuidado del capital humano de una nación, por lo que deben impulsarse estudios de vulnerabilidad de los sistemas expuestos y, sobre todo, el elemento ético, fundamental para evitar el incumplimiento de la normatividad”, finalizó.
En la inauguración de la actividad, la doctora Patricia Alfaro Moctezuma, rectora de la Unidad Xochimilco de la UAM, expuso la importancia de difundir los resultados de investigaciones sobre los desastres naturales, en los que “el papel de las universidades es prioritario desde la producción de conocimiento hasta las propuestas de solución”.
En el inicio del foro, realizado en la Sala de Consejo Académico, fue abierta la muestra fotográfica Sismos de 1985 en la memoria de México, compuesta por una amplia selección del archivo fotográfico de los Hermanos Mayo, reconocidos fotoperiodistas españoles que llegaron al país en la época del franquismo.
La exposición montada en la Plaza Roja del edificio A fue nutrida también por la Organización Panamericana de la Salud que realizó una importante cobertura de los efectos del sismo en el sector hospitalario y del CENAPRED, institución que aportó contenidos para la difusión cultural de la protección civil.
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