Por: Redacción/

Los adolescentes y jóvenes entre 10 y 25 años de edad son los más propensos a presentar apendicitis, inflamación del apéndice que provoca intenso dolor abdominal desde la boca del estómago hacia la cadera derecha y requiere de intervención quirúrgica.

En 2017, 38 mil 546 derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a nivel nacional, recibieron tratamiento quirúrgico para este padecimiento y fueron dados de alta.

La apendicitis es una enfermedad que no se puede prevenir y se debe acudir al médico si un niño, joven o adulto presenta dolor abdominal intenso, uno de los principales síntomas de esta infección, explicó Óscar Herrera Vázquez, encargado de Atención Médica Quirúrgica de la División de Hospitales del Seguro Social.

Este cuadro que se acompaña de náusea, vómito y fiebre, es atendido en los hospitales del IMSS desde el ingreso del paciente al área de urgencias de acuerdo con los síntomas y su clasificación.

El doctor Herrera Vázquez dijo que el Urgenciólogo revisa físicamente al paciente y evalúa si es un caso sospechoso de apendicitis, lo mantiene en observación e indica estudios de laboratorio y radiografías.

Una vez con los resultados, señaló, se solicita consulta al servicio de Cirugía para confirmar el diagnóstico de apendicitis; de ser el caso, se canaliza a Cirugía Pediátrica o General para retirar el apéndice, con lo que se evitan complicaciones como la peritonitis, que pone en riesgo la vida.

La inflamación del apéndice, órgano que es una extensión del intestino grueso, es ocasionada por la presencia de parásitos como lombrices, residuos de comida, de semillas, huesos de fruta o excremento que obstruyen el interior del intestino y dificultan la circulación sanguínea.

Advirtió que se debe evitar la automedicación o tomar remedios caseros, ya que esto puede provocar que la apendicitis evolucione a una forma más grave, en la que puede reventarse.

En el IMSS se realiza la operación para retirar el apéndice, se sutura el intestino y no tiene mayor cuidado. Dependiendo de la evolución, el paciente es dado de alta dentro de las 24 a 48 horas posteriores, con la indicación de no hacer esfuerzos en los tres meses siguientes para evitar una hernia, además de asear la herida. En los pacientes que requieran incapacidad temporal para el trabajo el promedio es de 14 a 21 días.