Por: Redacción/
La diputada Nelly Minerva Carrasco Godínez (Morena), secretaria de la Comisión de Derechos Humanos, aseguró que se les llama niñas y niños invisibles a aquellos que viven en las cárceles con sus madres, a pesar de que no existe alguna ley que ordene su internamiento.
Al inaugurar la conferencia magistral “Los derechos de las niñas y los niños nacidos en prisión”, dijo: “El tema que hoy tratamos es por demás sensible, pues tiene implicaciones sociales, legales y psicológicas”.
“Qué derechos tienen estos infantes? ¿El ejercicio de la maternidad y la tutela debe prevalecer sobre los derechos de los menores? ¿la guardia y custodia debe preservarse, aunque esta la conservan hasta determinada edad?”, preguntó como preámbulo de la conferencia.
Estos niños, dijo, son inimputables, no cometieron delitos ni pueden ser enjuiciados, ni quedar bajo un procedimiento legal; sin embargo, “ahí están”.
Subrayó que existen madres que, mientras esperan o cumplen sentencia, son acompañadas por dos o más hijos. Algunos de estos menores acompañan a sus madres desde que fueron detenidas y continúan junto a ellas, mientras que otros nacieron dentro de los reclusorios.
Consideró que el parlamento abierto permite al Legislativo ver por medio de quienes conocen y viven de cerca estos asuntos, a tomar las decisiones pertinentes.
“Hay un compromiso con la sociedad de lograr la mejoría del servicio público, lo cual se conseguirá mediante iniciativas coherentes, conscientes y bien fundadas”.
Fernando Córdova del Valle, magistrado del Sexto Tribunal Colegiado Penal del Primer Circuito en la Ciudad de México, propuso que la salida de un menor del centro de reclusión, sea gradual y progresiva, se maneje con sensibilidad y haya acompañamiento psicológico.
Precisó que, por ley, los menores no pueden seguir junto a su procreadora una vez que cumplen los tres años de edad, excepto cuando haya un permiso solicitado mediante procedimiento legal; sin embargo “nadie ha pensado lo que pasa una madre cuando al cumplir su hijo la edad máxima son separados”, expuso.
Pidió trabajar para acabar con las prácticas discriminatorias y estigmatización de menores por el sólo hecho de que uno de sus progenitores se encuentre recluido, o porque hayan nacido o pasado sus primeros años de vida en uno de estos lugares, así como garantizar el derecho al ejercicio de la paternidad de reos, pues solamente se piensa en la relación madre-hijos.
Comentó que no permitir que un menor pueda estar por momentos con su madre recluida, además de que viola los derechos de la progenitora, trastoca el interés superior del menor. Aseguró que las disposiciones legales no corresponden a la realidad que se vive en estos centros.
Criticó que, a pesar de que en las leyes actuales se considera que el padre realiza una función importante en el cuidado de un menor, aún se cree en algunos ámbitos que sigue siendo competencia única de la madre.
Resaltó la importancia de que, no obstante de que madre e hijo o hijos sean separados, puedan seguir en contacto frecuente, a menos de que esto vaya en contra del interés superior del menor. “Es relevante ayudar a crear y preservar los lazos y la participación en su desarrollo, según expertos, es vital”.
Córdova del Valle puntualizó que por mandato constitucional las decisiones del Estado deben cumplir el principio de interés superior de la niñez, lo que se subraya con los derechos de los menores, incluido el de desarrollo integral. “No podemos condenar a estas niñas o niños por algo que cometieron papá o mamá”.
Al acto asistieron los diputados Marco Antonio González Reyes y Graciela Sánchez Ortiz, ambos secretarios de la Comisión de Derechos de la Niñez y la Adolescencia, así como las diputadas Graciela Zavaleta Sánchez y Erika Vanessa Del Castillo Ibarra, secretarias de la Comisión de Derechos Humanos, todos del grupo parlamentario de Morena.
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