Por: Redacción
José Luis Carballo Cenizo, jefe de la Unidad Académica Mazatlán del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, fue galardonado con el Premio Sinaloa de Ciencia, Tecnología e Innovación 2015 en el área de Ciencias Naturales y Exactas.
La distinción, que otorga el gobierno del estado de Sinaloa, a través del Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación (INAPI), reconoce a personas con trayectoria y líneas de investigación consolidadas, cuyos frutos presenten impactos relevantes en la sociedad y contribuyan en la solución de problemas locales y regionales.
“Es de gran importancia para nosotros como unidad, porque es un premio donde participan todas las instituciones de educación superior de Sinaloa. Somos una pequeña unidad de un gran instituto que cuenta con sólo 15 investigadores, y que reconozcan a uno de nosotros es un regocijo. Éste es el tercer galardón que recibimos”, comentó.
Desde 1990, Carballo Cenizo se ha dedicado a estudiar la taxonomía, el ciclo de reproducción, la capacidad de dispersión y la ecología de las esponjas marinas o poríferas del Pacífico mexicano.
“Estos animales invertebrados tienen la capacidad de destruir sustratos carbonatados mediante un proceso de erosión. Su efecto, principalmente en los corales, podría agudizarse si las tendencias actuales del cambio climático continúan, de ahí su importancia”, afirmó.
Hasta ahora, agregó, somos el grupo que más conocimiento produce en esta línea de investigación, una referencia en la elaboración de estrategias ambientales para la conservación de arrecifes y ecosistemas costeros.
Tres de tres
Las aguas profundas constituyen una de las últimas fronteras de la Tierra. Se saben muy poco de estos ecosistemas debido a su difícil acceso (dos mil a seis mil metros). Por sus aportaciones en el conocimiento de los ecosistemas de bentos (fondos marinos), Michel Hendrickx obtuvo en 2015 este mismo reconocimiento.
Con el Proyecto Talud sobre aguas profundas (1989-2014), Hendrickx –recientemente nombrado investigador nacional emérito del SNI– identificó nuevas especies que viven debajo de la zona de mínimo oxígeno.
Con la información derivada de los rastreos realizados por El Puma, el buque oceanográfico de la UNAM situado en el puerto de Mazatlán, se empezaron a entender las condiciones en las que habitan estos organismos, sus interacciones con el ambiente y con otras especies que habitan en las profundidades oceánicas.
Federico Páez también recibió la distinción estatal por sus méritos como investigador de alto nivel, formador de recursos humanos y por su larga trayectoria en el estudio del impacto de los metales pesados y su bioacumulación en los ecosistemas marinos.
El Premio Sinaloa de Ciencia, Tecnología e Innovación se otorga cada año y consiste en un reconocimiento, una medalla de oro y un estímulo económico.
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