Por: Redacción/
Para que sea efectiva la prohibición del uso de plástico de un solo uso en la Ciudad de México, el gobierno debe mejorar la infraestructura, así como los procedimientos de recolección, manejo de la basura y confinamiento de plásticos biodegradables compostables, además de crear normas y un órgano regulador en la materia, señaló la doctora Alethia Vázquez Morillas, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Sin estas medidas, el esfuerzo por dejar de usar materiales no biodegradables quedará trunco. Otro paso necesario en esa dirección es ampliar la capacidad de composta del relleno del Bordo Poniente, que procesa 500 toneladas diarias y requiere aumentar su volumen para albergar alrededor de mil 300 toneladas de desechos plásticos, de las 13 mil toneladas que se generan en la urbe cada día.
No se trata sólo de recolectar los desperdicios y dejarlos en cualquier lugar, sino de hacer cumplir las normas técnicas y medioambientales para el buen manejo de los biodegradables, reincorporándolos a la naturaleza, declaró la investigadora del Departamento de Energía de la Unidad Azcapotzalco.
Respecto de la reforma a la Ley de Residuos Sólidos –aprobada por el Congreso de la Ciudad de México– que prohíbe la comercialización, distribución y entrega de productos plásticos de un solo uso, la académica señala que en una primera etapa dicho ordenamiento plantea dejar de utilizar las bolsas de ese tipo en diciembre de 2020 y a partir del primero de enero de 2021 extenderlo a platos, tenedores, popotes, pajillas, cucharas y cuchillos, entre otros artículos del tipo.
El gobierno de la Ciudad de México habrá de crear órganos reguladores independientes para que verifiquen el correcto manejo de estos desechos.
El material compostable –incluidos los plásticos biodegradables– se deberá recolectar junto con los desechos orgánicos y ya no con los inorgánicos, como se hace actualmente, por lo que se requiere reeducar a los trabajadores de limpia, pero también es importante etiquetar los productos que cumplan con los criterios de biodegradables para que desde los hogares se puedan identificar.
La doctora Vázquez Morillas precisó que el éxito de una acción de esta naturaleza obliga necesariamente también a realizar un gran trabajo político por parte de las entidades públicas del gobierno local que tienen que ver de manera directa con el manejo de los desechos –domésticos e industriales– además de concientizar sobre la importancia y el efecto económico que conllevará esta decisión.
Doctora en Ciencias e Ingeniería Ambientales, Vázquez Morillas ha investigado sobre residuos plásticos y otros tipos de desechos que requieren manejo especial; es integrante del área de Investigación de Tecnologías Sustentables de la Unidad Azcapotzalco.
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