Por: Redacción
El buque insignia de Greenpeace, Rainbow Warrior, llegó esta mañana a Cuba por primera vez, para facilitar el intercambio de conocimientos entre científicos y agricultores mexicanos de comunidades mayas y sus contrapartes cubanas, quienes han investigado y practicando la agricultura ecológica a gran escala en la isla por más de dos décadas.
“Aunque muchas personas han oído hablar del sistema de salud eficiente de Cuba, pocas personas han escuchado sobre el innovador sistema de alimentos ecológicos de la isla.
“A diferencia de muchas de sus contrapartes latinoamericanas, que han sucumbido a los impactos de la agricultura industrial, Cuba ha salido adelante con la ayuda de sus científicos y agricultores, y actualmente genera el el 65 por ciento de los alimentos que se producen en la isla, en sólo el 25 por ciento de tierra cultivable, sin el uso de plaguicidas químicos, fertilizantes sintéticos ni cultivos genéticamente modificados (GE). Estamos aquí para aprender del modelo cubano”, dijo Aleira Lara, líder del Programa de Agricultura y Alimentación de Greenpeace México.
Durante cinco días, la delegación visitará granjas donde se aplican técnicas de agricultura ecológica y que podrían ser replicadas en México y otras partes del mundo, como ya está ocurriendo en países como Bhután o regiones de la Comunidad Valenciana en España.
Para la organización internacional ambientalista, el actual sistema alimentario industrial está fundamentalmente roto y necesita cambiar. Se basa en monocultivos, que requieren grandes cantidades de plaguicidas peligrosos y fertilizantes sintéticos para producir productos básicos destinados a la alimentación animal, la producción de biocombustibles o utilizados como ingredientes en la comida chatarra.
Este sistema está teniendo un impacto en los agricultores, impulsando la deforestación, contaminando los recursos naturales como el suelo y el agua, así como contribuyendo al 24 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero hechas por el hombre.
“La mitad de las personas que padecen hambre en el mundo pertenecen a pequeñas comunidades agrícolas. Queremos aprender de la exitosa experiencia de Cuba con los pequeños agricultores, quienes producen suficientes alimentos saludables para ellos y cultivan el 90% de las frutas y hortalizas que el país consume. La inversión de Cuba en la agricultura ecológica y los pequeños agricultores puede ser un ejemplo para el mundo”, agregó Reyes Tirado, investigadora en el Laboratorio de Investigación de Greenpeace en la Universidad de Exeter, Reino Unido.
Según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, en los últimos 50 años, Cuba ha erradicado en gran medida la pobreza y el hambre, gracias a programas integrales de protección social. Se ubicó en el lugar 67 de 188 países en el Índice de Desarrollo Humano, y el país es uno de los más exitosos en el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Desde que el 80 por ciento de su población vive en ciudades, Cuba también ha sido pionera en nuevas formas de producir alimentos directamente en las áreas urbanas, convirtiendo su programa de agricultura urbana en otro ejemplo de aprendizaje en tiempos de urbanización desenfrenada y megaciudades que brotan alrededor del mundo.
Los agricultores urbanos cubanos abastecen hoy alrededor del 50 por ciento de las verduras y frutas consumidas localmente, una participación que ha seguido aumentando en los últimos años.
El programa de Agricultura Urbana es uno de los 7 programas más importantes priorizados por el Ministro de Agricultura. Este programa ha creado alrededor de 300 mil empleos en las ciudades, de los cuales el 50 por ciento corresponde a mujeres y jóvenes urbanos.
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