Por: Redacción
Con el fin de que algunas localidades marginadas del país tengan un mejor acceso físico y económico a productos alimenticios de calidad con bajos costos, Diconsa integró a ocho localidades ubicadas en los estados de Chihuahua, Tlaxcala, Tamaulipas y Morelos.
En Chihuahua, las comunidades El Naranjo y El Carrizal, con alto grado de vulnerabilidad, en las que habitan 96 y 31 personas, respectivamente, ya forman parte de este apoyo que consiste en llevar productos alimenticios de primera necesidad, al igual que artículos de limpieza y aseo personal, a las familias con las mayores necesidades.
La comunidad indígena tlaxcalteca Xicohtzinco, que también es objetivo de la Estrategia Nacional de Inclusión (ENI) y del Programa Prospera, con 12 mil 255 pobladores, se suma al listado junto con la localidad duranguense Bajío de Carrizales. Esta última, con 51 personas que viven en situación de muy alta vulnerabilidad, es prioridad para el sector social.
Lo mismo sucede con Altamira y La Angostura, en Tamaulipas; Tlalpan, en la capital del país; y la comunidad Martínez de la Torre, región del Nautla al oriente de la República Mexicana, cerca de los límites territoriales de Puebla. De estas últimas, sólo Altamira cuenta con población indígena náhuatl y huasteca.
Estos criterios llevaron a Diconsa a la apertura de nuevas tiendas comunitarias para acercar lo indispensable a la población que, entre los productos que mayormente consume, destacan granos como maíz, frijol y arroz, harina de maíz, aceite de soya, leche y atún.
La paraestatal ha priorizado también el equipamiento y abastecimiento a los 5 mil 251 comedores comunitarios que opera la Secretaría de Desarrollo Social en todo el país.
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