Por: Redacción

La insuficiencia en el nivel técnico de los jóvenes egresados de ingeniería y carreras técnicas es el “principal cuello de botella” que enfrenta la industria automotriz de México, por lo que urge generar el capital humano de calidad que requiere el sector para avanzar en su competitividad, planteó Oscar Albín Santos, presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA) a diputados de la Comisión Especial de la Industria Automotriz.

Destacó la importancia de consolidar las acciones pertinentes con el Consejo Nacional de Productividad y las secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Educación Pública y de Economía, a fin de que los tecnológicos regionales y los Conalep (Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica) mejoren sus planes de enseñanza y los estudiantes logren incorporarse más rápido a la cadena productiva nacional.

Durante reunión de trabajo entre legisladores y las cuatro asociaciones automotrices más importantes del país, el dirigente de la INA indicó que sólo la industria de autopartes está formada por mil 400 fábricas en todo el país; hasta en Yucatán existen compañías de esta rama, generando 750 mil empleos directos.

Albín Santos indicó que, al concluir 2016, ese sector cerrará con una producción de 83 mil millones de dólares de manufacturas, de las cuales el 70 por ciento se destina al mercado de exportación, principalmente a Estados Unidos y Canadá, y ante los pendientes del próximo año relativos al Tratado de Libre Comercio de América del Norteamérica (TLCAN), la diversificación de nichos comerciales adquiere singular importancia, por eventuales obstáculos que puedan presentarse.

Juan Pablo Calderón, enlace legislativo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), afirmó que “no se ha diseñado una política automotriz sexenal”, pese a que esta industria aporta el 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero a la economía nacional.

Los distribuidores de automotores son el único eslabón de la industria automotriz que tiene capital nacional, preponderantemente, con más de mil 900 establecimientos en todo el país, indicó.

Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), apuntó que la renovación vehicular es un gran reto por la antigüedad promedio de la flota que es de 18 años. “Es uno de los temas prioritarios que debe seguirse impulsando, a través de esquemas de chatarrización y financiamiento”.

Destacó la relevancia de la industria de vehículos pesados, la cual ocupa el séptimo lugar en la producción mundial; sexto en el ensamble de vehículos de carga, y primer exportador de tractocamiones al cierre de 2015.

Su impacto en la economía es primordial al transportar todos los productos en México vía terrestre: 83 por ciento de las mercancías en autotransporte y 98 por ciento de los pasajeros en autobuses.

Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), resaltó el impacto general de esta industria en la economía y recomendó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) difunda el dinamismo del sector y su participación en el PIB; las actividades de las plantas de ensamble y la fabricación de partes y componentes, así como el impacto en la generación de empleo.

Refirió que la industria automotriz representa una cadena productiva y comercial desde la matriz de insumo-producto, la cual impacta en más de 157 actividades económicas: 84 industriales y 73 se vinculan con el comercio y servicios. “Eso la hace realmente relevante”, sostuvo.

El diputado Ricardo Sheffield Padilla (PAN), presidente de la Comisión Especial de la Industria Automotriz, expresó la disposición y compromiso de los legisladores para construir normas favorables al sector, y ser un instrumento ágil y efectivo que lo impulse.

“El gobierno debe propiciar condiciones adecuadas en lo económico y comercial para que los industriales generen empleos. En esas condiciones tenemos mucho trabajo qué hacer para fortalecer las exportaciones y prepararnos a cualquier embate que venga el próximo año respecto del TLCAN”, aseveró.

Por ello, continuó, “fortalecer el mercado interno del sector automotriz, no sólo en lo fiscal, sino en sus normas, y aumentar la seguridad de los ciudadanos, es vital para estrechar los eslabones de esta industria”.

Sostuvo que los diputados deben contribuir a ubicar al sector en su justa dimensión, por los millones de empleos que generan las plantas automotrices y las familias que dependen de ellas.

La comisión especial pugnará por el fortalecimiento del mercado interno, mediante el aumento anual de la deducibilidad, para que realmente se vuelva un incentivo fiscal en la renovación de las flotillas, anunció.

El diputado panista, Miguel Ángel Salim Alle, secretario de la comisión especial, manifestó su “apoyo total” a la industria automotriz. “Como legisladores les decimos que no queda otra más que jugárnoslas con ustedes; cuentan con todo el apoyo de las diferentes fuerzas políticas de la Cámara para seguir construyendo y trabajando en pro de esta rama productiva”, expresó.

Se entiende la relevancia del sector automotriz que ha crecido y es representativo en muchos estados, como en Guanajuato, donde significa más del 20 por ciento del PIB regional, el cual dejo atrás a la industria cuero-calzado y servicios.