- Las organizaciones documentaron lesiones y heridas por las agresiones de las autoridades migratorias y cuerpos de seguridad mexicanas, una atención médica tardía y escasa, así como un evento de separación familiar y de una niña desaparecida.
Por: Redacción/
El Instituto Nacional de Migración (INM) reprobó la violencia contra personas migrantes en Chiapas y dio a conocer esta situación al Órgano Interno de Control de la institución para llevar a cabo los procesos legales pertinentes.
El INM subrayó que los agentes migratorios tuvieron una actitud contraria a los protocolos y políticas de respeto del instituto. Asimismo, manifestó que siguió las acciones realizadas en pasado sábado en la carretera Tapachula-Arriaga, en el perímetro del poblado Cruz de Oro, Tuzantán, Chiapas, donde se llevaba a cabo un operativo de control y verificación migratoria ante el avance de la caravana migrante.
“En ese momento, una persona migrante empezó a golpear a un agente federal de migración, por lo que dos elementos más acudieron en su auxilio, asumiendo, sin embargo, una conducta inapropiada en su intervención, contraria a la normatividad y al respeto de los derechos humanos que promueve el INM”, dijo el INM.
El pasado 28 de agosto, aproximadamente mil personas en contexto de movilidad, principalmente de Haití, Venezuela, Centroamérica y Guinea Ecuatorial decidieron salir de Tapachula, Chiapas después de varios días manifestándose en el Parque Central, las oficinas de la Comisión de Ayuda a Refugiados (COMAR) y en las oficinas de regularización migratoria del INM.
Las personas migrantes denunciaron la dilación en los procesos para presentar una solicitud de refugio, ya que las citas estaban siendo entregadas hasta enero del 2022. También, señalaron la detención y deportación de personas con documentos que respaldan su estancia regular en el país, así como la omisión de garantizar el derechos de asilo.
“Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades mexicanas, las personas migrantes decidieron organizarse para salir en caravana de Tapachula con el objetivo de llegar a lugares fuera de Chiapas, donde sea posible acceder a condiciones dignas, obtener empleo, entre otras. Muchas de ellas cuentan con documentos de estancia regular en México que garantizan el derecho al libre tránsito en el país”, apuntó Colectivo de Observación y Monitoreo de Derechos Humanos del Sureste Mexicano (COMDHSM).
El colectivo registró un aumento de la presencia de la Guardia Nacional, el Ejército mexicano y autobuses del INM en este lugar. A los 2 de la tarde del pasado sábado, las organizaciones registraron dos volantes de las autoridades migratorias con niñas y niños migrantes detenidos.
“A partir de las 16:00 horas se observó un creciente despliegue de fuerzas de seguridad, integrado por volantas y autobuses del INM, patrullas de la Guardia Nacional y camionetas del Ejército, a la altura de Chamulapa, municipio de Huehuetán. Posteriormente, los elementos de las fuerzas de seguridad formaron equipos antimotines para cerrar el paso y encapsular a la caravana, comenzando a detener a las personas haciendo uso excesivo e ilegítimo de la fuerza”, mencionó el COMDHSM.
A partir de esta situación, los migrantes fueron dispersados en varias direcciones, así como el operativo continuó durante varias horas agrediendo y deteniendo a las personas en contexto de movilidad. Las organizaciones documentaron lesiones y heridas por las agresiones de las autoridades migratorias y cuerpos de seguridad mexicanas, una atención médica tardía y escasa, así como un evento de separación familiar y de una niña desaparecida.
“Resaltamos el despliegue excesivo e injustificado de fuerzas de seguridad, con aproximadamente 50 vehículos entre volantas y autobuses del INM, camiones y camionetas de la GN y del Ejército; las personas fueron agredidas, sometidas, golpeadas con escudos y toletes; se identificó portación de armas largas por parte de elementos del Ejército, elementos del INM vestidos de civil incitando a la agresión, así como otros agentes de seguridad sin identificar, vestidos civil y portando armas de fuego”, agregó el COMDHSM.
El Colectivo tuvo conocimiento de un grupo de aproximadamente 500 personas migrantes que se dirigían a Huixtla, así como la continua presencia de las autoridades de seguridad en la carretera realizando operativos de detención, los cuales carecen de información sobre el destino de los detenidos.
Por ello, las organizaciones solicitaron un alto a la violencia contra las personas migrantes, la atención a las demandas de este grupo, la no detención y devolución de personas sujetas a protección internacional, la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para investigar las violaciones contra los migrantes y la presencia de organismos internacionales para el respeto de sus derechos.
Por su parte, el INM destacó que basa sus acciones en el marco normativo y en el respeto a los derechos humanos de la población migrante, por lo que los actos de agentes migratorios contrarios a estas premisas son “reprobables y , en su caso, sancionados”.
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