Por: Redacción/
La Licenciatura en Ingeniería Biológica de la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fue acreditada –con una vigencia hasta el 6 de diciembre de 2022– por el Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería A. C. (Cacei), por cumplir con los estándares de calidad educativa.
El programa de estudios fue sometido el año pasado, por primera vez, al proceso de evaluación, en el que los profesores participaron de manera activa, en particular en la reflexión sobre el estado actual de esa opción educativa, lo que permitió detectar áreas de oportunidad y proponer procedimientos de mejora, subrayó la doctora Alejandra García Franco.
La valoración consideró el plan de estudios, la calificación del aprendizaje, la formación integral de los matriculados, los servicios de apoyo, la vinculación, la investigación y los recursos, además de que “tenemos una diversidad de campos de acción para los inscritos que se derivan principal, pero no exclusivamente, de las áreas de desarrollo profesional de los académicos”.
Los egresados pueden desplegar actividades en ingeniería de procesos, diseño de productos y consultorías, así como en grupos de indagación, mejora e innovación dentro de los sectores de alimentos, salud, ambiental y energía, entre otros, y los alumnos disponen de cuatro laboratorios experimentales equipados con fermentadores, torres de destilación y enfriamiento e intercambiadores de calor en los que aplican los conocimientos, desde lo más tradicional y apegado a la ingeniería de procesos hasta las técnicas más modernas de la biología molecular y la ingeniería genética.
La ex coordinadora de la Licenciatura expuso en entrevista que los estudiantes utilizan tres laboratorios de ciencias y dos de ingeniería, así como otras unidades de enseñanza aprendizaje, incluidas actividades experimentales para llevar a cabo proyectos terminales o cursos de temas selectos en espacios de investigación de bioprocesos, superficies, modelado y biotecnología; en una planta piloto y un invernadero que cuenta con un sistema de cultivo de microalgas.
La enseñanza no se limita a los contenidos disciplinares, sino que incluye el desarrollo de capacidades para la formulación de estudios e identificación de soluciones a problemáticas específicas, lo que se ve reflejado en la elección y culminación de los proyectos terminales.
Programa competente
La Licenciatura cuenta con áreas de indagación reconocidas dentro y fuera de México, y con una planta académica altamente habilitada constituida por 29 profesores con grado de doctor, de los cuales 16 son titulares de tiempo completo, 21 pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) y 19 al Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep), un aspecto esencial para la innovación en las labores científicas que desempeñan.
“Todos los matriculados cuentan desde el ingreso con un tutor que los acompañará en su paso por la universidad, orientándolos en las dificultades y dudas, por ejemplo, para hacer una elección adecuada de movilidad, en virtud de que es un requisito obligatorio en la Unidad” y suman ya 13 los jóvenes que han complementado su preparación en una decena de escuelas de Alemania, Argentina, Chile, Dinamarca, España, Noruega, Perú y Uruguay.
Sesenta concluyeron esa actividad de vinculación nacional, local o INTRAUAM en los institutos Politécnico Nacional y Tecnológico de Celaya; las universidades autónomas de Baja California, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Estado de México, así como de Sonora, Guadalajara, Iberoamericana y Veracruzana, y en las unidades de la Casa abierta al tiempo; en este trimestre 13 jóvenes están efectuando dicha gestión.
Hasta septiembre de 2018, un total de 419 ingresó a la Licenciatura, cuya eficiencia terminal es de 30 por ciento y contabiliza 265 en activo, por lo que los retos son muchos, pero las motivaciones también ya que se buscan siempre el progreso y el crecimiento de los alumnos y la planta docente.
En la ceremonia de entrega de la constancia de acreditación, realizada en el Aula Magna de ese campus como parte de la 4ta. Semana y X Aniversario de la Ingeniería Biológica, el doctor Alfonso Mauricio Sales Cruz, director de la División de Ciencias Naturales e Ingeniería, externó que se trata de una meta cumplida gracias a la participación de un cuerpo académico altamente habilitado que desarrolla líneas de investigación sólidas.
La medida “brinda certeza a los universitarios de que es un plan de estudios competente por sus estándares curriculares, lo cual amplía sus posibilidades de inserción satisfactoria en el mercado laboral” y denota también la consolidación, tanto del programa como de la UAM, al proporcionar una formación centrada en el aprendizaje que reconoce la interacción profesor-estudiante en el desarrollo de habilidades y actitudes, como exige la sociedad del conocimiento.
El Cacei contribuye a la mejora continua de la calidad de la enseñanza en la ingeniería y proporciona información oportuna, pertinente y objetiva de gran valor para los centros de educación superior, al trabajar en países de América Latina y establecer convenios de colaboración con organismos internacionales diversos.
Al entregar el documento oficial, la ingeniera María Elena Barrera Bustillos, directora general del Consejo, felicitó a los alumnos y a los mentores por el gran esfuerzo aplicado en el aula, enfatizando que el apoyo y compromiso de las autoridades fue imprescindible para este logro.
En México existen cinco mil 400 programas de ingeniería, “más que en cualquier lugar del mundo, con 916 nombres distintos que los hace heterogéneos, pero sólo 30 por ciento está acreditado, equivalente a 53 por ciento de la matrícula total”.
La doctora Maribel Hernández Guerrero, coordinadora de la Licen-ciatura, subrayó que el objetivo primordial es forjar profesionales capaces de comprender, concebir, diseñar e implementar mecanismos que incorporen materiales y sistemas biológicos para obtener productos de utilidad social, mediante un sentido crítico.
Fundada hace diez años, esta opción de vanguardia sigue un modelo constructivista atento a las exigencias de transformación del sistema educativo, por lo que recibir la acreditación constituye un orgullo “personal e institucional, por el reconocimiento a la labor de cada persona, comprometida con la UAM”.
En representación del doctor Eduardo Peñalosa Castro, rector general de esta casa de estudios, el doctor Sergio Revah Moiseev, director de Apoyo a la Investigación, resaltó que “esto implica la responsabilidad de mantener un alto nivel del programa, ya que debemos procurar estándares universales”.
El también fundador e integrante de la planta académica de la Licenciatura rememoró que “al inicio lo pensamos como un producto natural que percibía la biología como una ciencia a la altura de las disciplinas duras de la ingeniería, enfocándose en temas de alimentos, biotecnología, biomedicina, farmacia, medio ambiente o biomateriales”.
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