Por: Redacción

El coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano en la ALDF, Armando López Campa, aseguró hoy que el reciente informe de UNICEF México sobre la pobreza en la infancia, confirma el fracaso del Gobierno federal en su política de atención a la niñez.

Durante la celebración del Día del Niño en su Módulo de Atención Ciudadana ubicado en la Unidad Habitacional Ejército Constitucionalista, en Iztapalapa, coincidió en que el reporte del organismo internacional resulta desgarrador y sumamente preocupante al alertar que este problema se puede volver permanente y continuar en la siguiente generación.

Sostuvo que no hay nada que celebrar este 30 de abril en México, luego de que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y UNICEF México revelaran que uno de cada dos niños, niñas y adolescentes en el país es pobre y uno de cada nueve se encuentra en pobreza extrema.

“Que el 53.9 por ciento de la población de cero a 17 años carezca de las condiciones mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos que la Constitución protege como educación, salud, acceso a la seguridad social, a una vivienda de calidad y con servicios básicos y a la alimentación, demuestra la desatención del Gobierno de Enrique Peña Nieto hacia nuestros niños y jóvenes, hacia un sector que representa el futuro del país y que es el que menos apoyo recibe”, manifestó.

Aún más lamentable, abundó el líder de la bancada de movimiento naranja en la Asamblea Legislativa, que el 11.5 por ciento de la población infantil y adolescente en el país, de un total de 4.6 millones, estuvieran en pobreza extrema en el 2014, teniendo carencias en el ejercicio de tres o más de sus derechos sociales y ser parte de un hogar con ingreso insuficiente para adquirir los alimentos necesarios a fin de disponer los nutrientes esenciales.

Llamó a las autoridades federales a atender la advertencia que hizo la Unicef, en el sentido de que esta situación constituye un elemento de riesgo dado que puede ocasionar efectos irreversibles en el desarrollo presente y futuro de los niños y adolescentes.

Así como a superar el gran reto que significa mejorar el ingreso del gasto familiar para romper con el círculo intergeneracional de la pobreza, y garantizar los derechos sociales de los niños.