Por. Redacción/
En el “Primer Coloquio. Sobre el sistema de pensiones: las experiencias internacionales”, el diputado Marco Antonio Medina Pérez (Morena) consideró ineludible discutir una reforma que provea más rendimientos y mayores tasas de pensiones para los trabajadores.
El secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, hizo votos por buscar mejores alternativas, ya que “ninguna sociedad que pretende desarrollarse puede dejar de lado las políticas de seguridad social”.
Recordó que en el 2018, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), registró 69 esquemas de pensiones en el país bajo el régimen de beneficio definido, los cuales no son financieramente sustentables y constituyen un factor de vulnerabilidad para las finanzas públicas del país.
Medina Pérez precisó que más allá de los problemas financieros, se vive una problemática de seguridad y justicia social. En el plano internacional, hay una coyuntura histórica, donde los sistemas de pensiones están colapsando por factores internos y externos.
De acuerdo con Naciones Unidas se espera que el número de personas mayores de 60 años se duplique para 2050. Se estima que en las próximas décadas, la población de países como Nicaragua, Chile o México envejecerá hasta tres veces más rápido que las naciones europeas.
La Organización Internacional del Trabajo prevé que la mitad de los adultos mayores en América Latina no reciba una pensión, por lo que se verán forzados a seguir en el mercado laboral. “No podemos seguir posponiendo este tema, ya que el futuro nos está alcanzando a pasos agigantados”.
El objetivo del coloquio, es examinar diversas experiencias internacionales en torno a esta problemática; en otra fecha, se abordará, la situación de los sistemas de pensiones en las entidades federativas del país, y en una tercera ocasión, se analizarán los sistemas nacionales del IMSS, ISSSTE, Pemex, CFE, Fuerzas Armadas y universidades.
Gibrán Ramírez Reyes, secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), expresó que el sistema pensional privado tiene cinco grandes problemas: fragmentación; desigualdad; exclusión; pérdida de rectoría del Estado y baja tasa de reemplazo. “Lo que existe, no es un sistema pensional, sino de ahorro forzoso”.
Mencionó que la falta de derechos en la economía formal subsidia a la informal. Se carecen de mecanismos eficaces para incorporar a más grupos a la hacienda formal, cuya consecuencia es la exclusión de los informales, de los que están entre lo formal e informal y las mujeres. “Estos son los grupos que menos pueden acceder a una jubilación”.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), 78 por ciento de los cotizantes al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que ganan entre cero y tres salarios tienen una densidad de cotización entre 47 y 57 por ciento.
Además, la desigualdad de género y su impacto en el mercado laboral tienen desastrosas consecuencias para las mujeres; la brecha salarial condicionó su situación pensionaria. En el país, los hombres reciben en promedio un ingreso laboral por hora trabajada 34.2 por ciento mayor al de las mujeres.
María Ascensión Morales Ramírez, maestra por la Facultad de Derecho de la UNAM, estimó que una reforma en la materia tiene que considerar que las pensiones deben cumplir con los objetivos de asegurar el ingreso y prevenir la pobreza en la vejez, con un enfoque de derechos humanos.
Algunos aspectos que deben considerarse son: garantizar pensiones adecuadas y enfrentar el impacto del envejecimiento; equilibrar necesidades y recursos disponibles; establecer políticas de empleo, fiscales y una institucionalidad social, e integrar componentes para desincentivar la exclusión a la cotización formal.
Borja Suárez Corujo, director general de Ordenación de la Seguridad Social en el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social de España, a través de un video, indicó que los sistemas de pensiones en Europa son la principal pieza de los estados de bienestar y la garantía de la lucha contra la pobreza en la tercera edad, y una contribución decisiva en el mantenimiento de la cohesión social.
En Europa, apuntó, los sistemas de pensiones son de reparto y los trabajadores y las empresas son quienes las pagan. Además, los países destinan un volumen importante de recursos y gastan el 12 por ciento de su Producto Interior Bruto. Consideró que todas las modificaciones que se hagan deben consensuarse.
Leonardo Lara, Líder de Wealth en Mercer México, señaló que un sistema ideal debería incluir una pensión mínima que cubra a toda la gente y garantice un ingreso suficiente; que en la jubilación se tenga el 70 por ciento del sueldo y que el 60 por ciento de los beneficios se puedan recibir como un flujo de ingresos. Asimismo, que al menos el 70 por ciento de la gente en edad de trabajar pueda aportar a estos planes; que los activos sean al menos igual al cien por ciento del PIB y que exista un regulador que supervise los planes privados de pensiones.
Planteó que para mejorar el sistema de pensiones, exista una pensión universal mínima; incrementar las contribuciones a las cuotas de cesantía en edad avanzada y vejez; crear incentivos fiscales para la implementación de planes de pensiones privados; comunicación y educación financiera para aumentar la conciencia y fomentar el ahorro voluntario y planes privados de pensiones con niveles mínimo de fondeo.
El profesor investigador en El Colegio de México, Manuel Ordorica Mellado, expresó que el sistema de pensiones está en agonía. “Estamos frente a lo que se ha llamado un fantasma en el mundo. Es el tema del siglo XXI; hoy la mayoría están en cuentas individuales”.
Los principales problemas que enfrenta el sistema son: elevados pasivos, acelerado proceso de envejecimiento de la población y bajas aportaciones. Planteó incrementar la edad de jubilación y elevar la tasa de contribución de manera paulatina, y pugnó por que el gobierno conserve su estado de bienestar y cuide las aportaciones de su población a los sistemas de pensiones.
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