Por: Redacción
Dos ventanas arqueológicas, instaladas en la calle de República de Argentina que arrojan nueva luz sobre las características del límite norte del Templo Mayor, fueron inauguradas la noche del lunes 28 de noviembre junto con un puente construido para el público sobre el asentamiento que constituyó el centro ceremonial más importante en el corazón de la Gran Tenochtitlan.
En la ceremonia inaugural, encabezada por Diego Prieto, encargado de la Dirección General del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma llevó a cabo la explicación de este basamento que con sus 40 metros conecta cinco etapas de la construcción del Templo Mayor que van del año 1440 al 1521 después de Cristo.
Matos Moctezuma explicó que la construcción que puede verse en las ventanas arqueológicas ofrece una nueva perspectiva sobre los significados del Templo Mayor, pues en los materiales utilizados y la forma como está conformada la construcción se muestra claramente que se trató de emular en esta área una especie de montaña sagrada.
Diego Prieto afirmó que a través del INAH se ha dado una especial atención a esta área nuclear en historia y pasado de la Ciudad de México, donde el gran basamento descubierto en el área norte fue visto desde el principio como una riqueza que debía mostrarse para que los mexicanos constataran la gran ciudad de la que proviene parte de la cultura que les dio origen.
“Poco a poco vamos hallando las coincidencias entre las crónicas del siglo XVI y los descubrimientos que se van sumando a nuestro conocimiento de la gran urbe de Tenochtitlan, cuya gran maqueta se sigue renovando gracias al trabajo de grandes y dedicados especialistas que colaboran con el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Estas ventanas arqueológicas y el puente nos permitirán hacer nuevamente nuestro el pasado y nuestra riqueza cultural”.
Eduardo Matos Moctezuma mencionó que en las ventanas instaladas en la calle de República de Argentina los mexicanos podrán encontrar no sólo vestigios de diversas etapas del Templo Mayor, sino además de otras épocas de la ciudad, pues entre el basamento hay un tubo de cerámica que fue instalado durante la época del porfiriato.
“Antes, hallazgos de esta naturaleza eran estudiados, documentados, pero pocas veces el público tenía acceso a ellos. Sin embargo, ahora sabemos que el Templo Mayor sigue aflorando, más de 70 mil piezas han sido encontradas a lo largo de los años, por ello quisimos mostrar fotografías de algunas de ellas al público, que volverá a cruzar por este corredor después de tantos años”, dijo Eduardo Matos Moctezuma.
En tanto, Miguel Ángel Mancera dijo que la vocación de la Ciudad de México de difundir su gran patrimonio sigue vigente con estos proyectos que se inauguran después de tantos años gracias al apoyo conjunto de la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Gobierno de la Ciudad de México, que en la última etapa trabajará en la iluminación para dar realce a la zona del Templo Mayor.
“Conocer esta historia es un privilegio y la cultura que se va descubriendo no debe taparse ni ocultarse; por el contrario, debe estar al alcance de la gente y por ello el rescate del Templo Mayor continúa”.
Ángeles González Gamio, cronista del Centro Histórico, dijo que el área del Templo Mayor es el corazón de México desde hace 700 años y es donde se forja nuestra identidad como mexicanos, por ello estos proyectos que se abren al público implican un reencuentro de la población con sus raíces.
José Mariano Leyva Pérez Gay, encargado del Fideicomiso del Centro Histórico, afirmó que el puente elevado y las ventanas arqueológicas son un encuentro entre el pasado y presente, ilustrando a las nuevas generaciones sobre dos tiempos y ofrecen la perspectiva sobre su historia y pasado.
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