Por: Redacción
Operar a distancia telescopios y detectores de fluorescencia que captan rayos cósmicos de muy altas energías es posible con el nuevo Cuarto de Control Remoto del Observatorio Pierre Auger, que hoy se inaugura en el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, aunque el observatorio se encuentra en Argentina.
“El manejo a distancia permite ahorrar recursos financieros de viajes presenciales y acortar tiempos, pues antes para observar y acceder a los datos se requería ir a Argentina y permanecer al menos tres semanas allí; ahora lo haremos desde aquí”, dijo Gustavo Medina Tanco, investigador del ICN y partícipe del proyecto.
Juan Carlos D’Olivo, también investigador del ICN involucrado con el proyecto, señaló que el Pierre Auger es el observatorio de rayos cósmicos más grande del mundo, con mil 660 detectores de fluorescencia que ahora se podrán monitorear desde la UNAM.
Por primera vez en América, ese observatorio –en el que participan 600 investigadores de 18 países– cuenta con una instalación remota, que funciona modularmente y permite desde abrir las cúpulas de los telescopios, hasta recibir la señal de los rayos cósmicos
Las instalaciones del Cuarto de Control Remoto en esta casa de estudios están conectadas físicamente, por medio de fibra óptica, a los detectores de luminiscencia del Observatorio Pierre Auger en el país sudamericano.
Contar con un cuarto de este tipo proporciona grandes ventajas para la colaboración, pues debido a la diferencia de horario es posible operar el observatorio de manera remota durante la noche completa, en dos turnos: los colaboradores de México empiezan a las 19:00 horas, para terminar a la media noche, cuando el equipo de Alemania toma el relevo.
Banda ancha en la UNAM
Esta instalación fue posible gracias a las mejoras que la UNAM ha realizado en el ancho de banda de Internet para el envío y recepción de datos, el aumento en la capacidad de procesamiento y en el espacio de almacenamiento, además de la experiencia en infraestructura de supercómputo y redes con que cuenta el ICN gracias a proyectos como ALICE (LHC-Suiza), HAWC (Pico de Orizaba, México), Grid (supercómputo en red distribuido geográficamente) y la propia colaboración internacional Pierre Auger (Malargüe, Argentina).
“Existes tres cuartos de Control Remoto en Alemania, uno en España y están por iniciar en Francia e Italia. Éste es el primero en América y funciona con páginas de monitoreo, consola para dos operadores, mapas y lista de tareas”, detalló Lukas Nellen, responsable de la configuración final.
Luciano Díaz y Eduardo Murrieta, académicos de la Unidad de Cómputo y Seguridad Informática del ICN, realizaron la instalación del equipo de cómputo. El financiamiento del proyecto provino de fondos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y de la propia UNAM.
Tecnología al servicio de la ciencia
Los rayos cósmicos se descubrieron en 1912 y aún permanecen abiertas las preguntas científicas sobre su origen y composición.
“Este tipo de tecnologías que se utilizan en los cuartos de Control Remoto nos permiten estar más cerca de las respuestas de la ciencia, pero también amplía la colaboración entre países y jóvenes estudiantes que en estos equipos se pueden involucrar directamente con los datos”, señaló José Francisco Valdés Galicia, del Instituto de Geofísica (IGf) y líder del grupo académico de esa entidad que colabora en el proyecto.
Hasta ahora, añadió Valdés, sólo dos integrantes del IGf habían participado en los turnos de monitoreo del Pierre Auger, pero ahora tres estudiantes de posgrado ya trabajan en temas relacionados con los rayos cósmicos, gracias al servicio remoto del equipo.
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