Por: Redacción
La diputada Victoria Mercado Sánchez (MC) impulsa una iniciativa que reforma la Ley de Migración para que la Secretaría de Salud ejerza obligatoriamente, en coordinación con las autoridades sanitarias de los diferentes niveles de gobierno, la prestación de servicios de salud a indocumentados.
La reforma a las fracciones I y III del artículo 27 de la norma en mención, establece que cada 90 días se deberá ejecutar la vigilancia de los servicios de sanidad en los lugares destinados al tránsito internacional de personas, en transportes nacionales o extranjeros, marítimos, aéreos y terrestres, mediante visitas de inspección.
Mercado Sánchez, integrante de las comisiones de Asuntos Migratorios y de Población, destacó que en los últimos cinco años la atención médica gubernamental hacia los indocumentados centroamericanos ha ido en decadencia, ya que sólo 1.8 por ciento acude a algún centro de salud público por temor a ser deportados; en tanto, 88.3 por ciento es atendido en casas migratorias, 2.5 asiste a una clínica y 3.5 opta por un médico privado o farmacia.
Eso indica una investigación del Central America-North America Migration Dialogue (CANAMID por sus siglas en inglés) y al Centro de Investigaciones de Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), refirió.
La legisladora comentó que la Ley de Migración, en su artículo octavo, señala que los migrantes tienen derecho a recibir de manera gratuita y sin restricción alguna cualquier tipo de atención médica que resulte necesaria para preservar su vida.
Además, agregó, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) determinó que la salud forma parte de los derechos fundamentales que deben ser garantizados por el Estado.
Mercado Sánchez resaltó que las enfermedades que más padecen quienes ingresan a nuestro país son las respiratorias con 47.1 por ciento y las gastrointestinales, 8.7 por ciento; le siguen la micosis, con 7 por ciento; deshidratación, 5 por ciento; heridas y accidentes, 2.9 por ciento, y otros no especificados, 6 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud.
Mencionó que los migrantes tienen 2.1 veces más probabilidades de enfermarse que los habitantes locales. Esas afecciones a la salud son resultado del mal tiempo que padecen, la mala alimentación y el acceso limitado a agua potable que les genera deshidratación.
También sufren estrés postraumático, por haber sido víctimas u observar un atentado, violación, asalto, secuestro o algún accidente que puso en juego su vida.
Comentó que existe la creencia equivocada de que transmiten VIH, dengue, paludismo y/o chikungunya, cuando no existen diferencias significativas entre la salud de los migrantes y la de los mexicanos, ya que entre 17 y 18 por ciento de estos últimos presentan la misma frecuencia a enfermarse.
Cabe mencionar que el recorrido que realizan los centroamericanos abarca aproximadamente 3 mil 640 kilómetros desde sus países de origen hasta la frontera norte de México, es decir, un promedio de 95 días, lo que da lugar a accidentes a causa del mal tiempo, climas adversos, desnutrición y falta de agua, explicó.
Ante lo anterior, agregó, es necesario dar prioridad a las revisiones de las estaciones migratorias de todo el país, a fin de fomentar el servicio de salud para los migrantes.
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