Por: Redacción/
Con el reconocimiento por parte del Gobierno Federal de la autonomía de las instituciones de educación superior que gozan de esa condición, y la posibilidad de decidir cómo regresar a sus actividades, la UNAM enfrenta con responsabilidad la situación por la que pasa el país. Al definir sus propios tiempos para volver a las aulas, la Universidad Nacional tiene la oportunidad de demostrar su importancia y validez, afirmó Hugo Casanova Cardiel.
El director del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) expuso que en el caso de esta casa de estudios las decisiones han sido pausadas, con enorme prudencia, buscando el respeto al trabajo y compromiso con la sociedad, pero también la sintonía con las decisiones gubernamentales.
“Seguimos las estrategias que han sido definidas a nivel global para cuidar la salud, y esto marca una pauta para la relación entre la Universidad y el Gobierno Federal, de mutuo respeto, reconocimiento y libertad para los universitarios”.
Casanova Cardiel subrayó que en las universidades autónomas se concentra la mayoría de los estudiantes de instrucción superior del país, y es muy relevante que el Gobierno Federal asuma con respeto el marco de atribuciones de esas instancias. “A nosotros nos toca asumir ese hecho con responsabilidad. El beneficiario directo es la sociedad, y cuando las autoridades se expresan de esa manera nos dejan con tranquilidad”.
Al referirse a la educación híbrida o mixta, detalló que se trata de una estrategia que articula la modalidad presencial con la no presencial; ésta última tiene diferentes posibilidades, las más conocidas son las que se generan a través de las vías digitales, pero también mediante los medios de comunicación masiva, como radio y televisión.
“Es riesgoso calificarla como maravillosa, más bien podemos decir que es la mejor alternativa dentro de un contexto de mucho riesgo y vulnerabilidad social”.
La enseñanza es un hecho social e histórico, y es preciso reconocer que la UNAM, el país y el mundo se encuentran ante una suma de retos que ponen en cuestión lo que hasta ahora se ha hecho. En este contexto de emergencia sanitaria se elige la mejor alternativa o salida posible.
“Se debe asumir que la educación mixta es una solución a la que nos hemos visto forzados a entrar; es una de las opciones que tenemos y una de las mejores estrategias en esta etapa histórica y social específica”, subrayó Casanova Cardiel.
La humanidad no se encuentra en el mejor momento de su historia, y ante ese panorama no se está generando un esquema innovador o una propuesta educativa renovadora que nos lanzará hacia el futuro, sino que se toman decisiones bajo un contexto de emergencia mundial.
“Entonces, este tipo de instrucción se vuelve una salida interesante que nos puede permitir seguir adelante ante la necesidad de mantenernos con distanciamiento social”, opinó el universitario.
Frente a una condición de riesgo y vulnerabilidad, el modelo educativo mixto es una posibilidad adecuada. “De nosotros depende darle contenido, fuerza, viabilidad y consistencia”, abundó el director del IISUE.
Hugo Casanova recordó que la Universidad Nacional tiene una gran historia y trayectoria en la educación, con diferentes fuentes y modalidades, y desde la década de 1970 ha combinado una estrategia de educación presencial y no presencial. “En este sentido ahora estamos aprovechando una experiencia de muchas décadas”.
Sin embargo, no basta con decir que es necesario utilizar el modelo mixto, hay que sustentarlo, darle fortaleza interna, “y eso es lo que la UNAM puede compartir, tomando en cuenta su experiencia en diferentes campos del conocimiento”.
La Coordinación de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia está llamada a impulsar, junto a facultades y escuelas, un importante esfuerzo para la renovación de la didáctica universitaria bajo una modalidad que pueda integrar los grandes avances en educación presencial, con perspectivas innovadoras. Otras instituciones de educación superior también tienen experiencias importantes que habrá que discutir e intercambiar para lograr construir un modelo de cara al futuro.
La “nueva normalidad”, consideró el doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación, es una dimensión que se construye, no algo que debemos sentarnos a esperar. Ése es el ejemplo que ha brindado la UNAM.
Lo que sucede en la actualidad “demanda la participación de todos y nos llama a responsabilizarnos de lo que nos toca; los docentes, en particular, tenemos la oportunidad de actualizar estrategias y de sumarnos a este gran esfuerzo”.
Tras mencionar la necesidad de cultivar la confianza en las autoridades nacionales e institucionales “porque están haciendo su mejor esfuerzo dentro de un marco muy riesgoso”, Casanova Cardiel hizo un llamado a ciudadanizar la emergencia sanitaria y a considerar las propuestas del profesorado universitario ante los actuales retos educativos.
Hoy resulta crucial definir de qué manera cada ciudadano puede contribuir a la atención de este problema nacional. “Tenemos que fortalecer a la sociedad para que sea más responsable, para que adopte una posición proactiva ante un problema tan grande como el que vive hoy la educación, el país y la humanidad”, recalcó.
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