Por: Luis Rodríguez
A 27 meses de que el Hospital Materno Infantil en Cuajimalpa fuera destruido por la fuga que tenía una pipa de la empresa Gas Express Nieto, en el lugar sólo se aprecia un terreno limpio de más de 10 mil metros cuadrados, el cual era un punto estratégico para la atención médica de miles de habitantes de la Ciudad de México (CDMX).
Durante un recorrido en la zona y con entrevistas con vecinos del lugar se pudo constatar que no hay nadie si quiera en la labor de levantar los cimientos. Mejor, el gobierno capitalino reconstruyó el mercado de la zona.
La comunidad de la colonia El Contadero ha señalado la importancia de tener el anunciado Hospital General de Cuajimalpa; sin embargo, utilizaron 24 millones de pesos en la construcción del mercado.
El hospital puede esperar
Días después del estallido el jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera Espinoza, declaró que el centro hospitalario estaría rehabilitado en breve tiempo, y que se mejorara la cobertura del mismo con una inversión de 500 millones de pesos.
El mandatario capitalino declaró el 2 de febrero de 2015: “En la reunión que tuve con el presidente de la República (Enrique Peña Nieto), él me dijo que con el secretario de Hacienda, del gobierno federal (Luis Videgaray), establecerían cuáles son los montos con los que puede participar, pero hubo un compromiso firme del presidente de la República para ayudar a la reconstrucción de este hospital”.
Hasta la fecha en el terreno, el cual ya se encontraba limpio desde el año pasado, sólo se ha metido un camper, alrededor de cuatro toneladas de tierra, algunas herramientas sin operar y se encuentran algunas personas que únicamente resguardan el lugar.
“Primero hubieran empezado el hospital que el mercado, hay un montón de locales cerrados… además el relajo que armaron cuando metieron el camper, se tardaron un día y no lo pudieron meter, tuvieron que cortar el zaguán para poderlo meter, y parado todo el tránsito aquí. No creo que en un año terminen esa obra”, platicó una vecina del lugar.
Se estima que entregarán las instalaciones del Hospital General de Cuajimalpa para diciembre de este año a la Secretaría de Salud capitalina, la cual se encargará de su posterior equipamiento; para su construcción se invertirán 289 millones de pesos.
Pero las necesidades de los lugareños por los servicios médicos son una prioridad, ya que actualmente no se encuentran ni siquiera los Medibuses para atender a las mujeres embarazadas que lo requieran.
Tan solo los nosocomios de la SSA de la CDMX más cercanos a la colonia El Contadero son el Hospital General Doctor Enrique Cabrera en Álvaro Obregón a unos 13 kilómetros; y el Materno Infantil en Magdalena Contreras, a 16 kilómetros aproximadamente.
Por ello, quienes tienen la capacidad financiera o la oportunidad, cambian de domicilio o se instalan con familiares que vivan en la cercanía de alguno de los hospitales de la SSA.
Como es el caso de Daniela Ponce Quintero, quien se encuentra en su segundo embarazo y tuvo que cambiar su domicilio para evitar trasladarse desde la colonia La Pila, Cuajimalpa, hasta el Hospital Enrique Cabrera.
La joven cuando radicaba en Cuajimalpa llegaba a gastar hasta 400 pesos en pagar alimentos y transporte de ida y vuelta en donde hacía más de tres horas, al tomar hasta seis camiones, para poder tener sus revisiones periódicas.
Incluso, expresó que su hermana tuvo que trasladarse al Hospital Enrique Cabrera para que naciera su bebé en donde recibió una mala atención en su cesárea, realizada por un principiante, debido a la saturación de pacientes que asisten a esta institución médica.
“El daño que dejó la explosión fue en lo económico, porque trasladarse de aquí al Enrique Cabrera si es un poquito caro, bueno para algunos, en mi caso, no sé, los que viven en las colonias Santiago, La Pila, Copilco, colonias un poquito lejanas… no nada más cuando te trasladas a aliviarte es el gasto, sino también para tus familiares que te van a ver diario”, comentó.
El mercado de 24 millones de pesos
En cuanto al Mercado Contadero, tras la explosión 40 locales ubicados en la zona poniente de la construcción sufrieron daño. Los 78 locatarios mantuvieron pláticas con autoridades de la Delegación Cuajimalpa para acordar una posible reubicación.
La reubicación no se dio, pero si se reconstruyó en su totalidad y fue inaugurado a finales de marzo del 2016. Cuenta con 78 locales y tuvo un presupuesto de 24 millones de pesos. Para su apertura acudieron el delegado Miguel Ángel Salazar Martínez, así como Adrián Rubalcava, diputado local del PRI y ex delegado en Cuajimalpa.
Salazar Martínez el 20 de enero de 2016 aseguró que el compromiso por parte de las autoridades federales y del gobierno de la ciudad fue que en ese mismo año se tendría de vuelta el hospital.
“Estamos a la espera de que la secretaría de obras del Gobierno del Distrito Federal saque la licitación del contrato. Estamos nosotros preparados como delegación para trabajar de la mano con el gobierno de la Ciudad de México”, precisó.
Los meses se han pasado y el cumplimiento por parte de las autoridades involucradas ha creado una brecha entre la realidad por la que pasan los ciudadanos que requieren de los servicios médicos a la brevedad.
A su vez, el mercado llega a ser superado en mercancía y en compras por el centro de abastecimiento de Cuajimalpa, el cual se encuentra muy cerca de ahí, según llegan a mencionar los vecinos.
“Mucha gente ha ido con el delegado de aquí, Cuajimalpa, para preguntar cuándo se va a empezar la obra, según luego luego quitando el cascajo se iba a empezar a hacer la construcción; pero mejor decidieron hacer el mercado que no es tan necesario que el Hospital, siento que es un poquito más necesario para la gente de aquí para la atención médica”, reiteró Daniela Ponce.
El hospital prometido
Cuando se recogieron los escombros del Hospital Materno Infantil encontraron el reloj checador, que se ubicaba en el primer piso de este edificio, el cual se encontraba detenido a la hora de la explosión de aquel jueves: 07:09 horas.
La estructura se desplomó entre un 70 por ciento y 80 por ciento por la explosión y quedó inservible. En 2015 las autoridades se comprometieron a que construcción sería a la brevedad, la organización y construcción de planos se realizó durante 2016, la ejecución debió empezar el 27 de febrero de este año.
El pasado mes de enero el titular de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), Edgar Tungüí Rodríguez, aseguró que las obras de colocación de cimentos para el nuevo hospital iniciarían el 27 de febrero.
Incluso en la periferia indica una lona que a partir de esa fecha se prohibiría el paso de vehículos de carga en las avenidas Arteaga y Salazar y 16 de septiembre, acción que también ha sido olvidada y la circulación de tractocamiones continúan por estas vialidades.
Hasta el momento los compromisos por las autoridades van a paso lento y los vecinos consultados expresan la carencia de compromisos tomados por el Gobierno de la CDMX.
“O una de dos: o están esperando que pasen las elecciones para empezar el hospital o van a agarrar de pretexto las elecciones que vienen, así están, así está pensando la gente”, cc
El terreno en donde ocurrió el desastre parece estar abandonado, mientras que en esa misma cuadra ya se han levantado dos edificios para renta de departamentos y se encuentran dos más en obras, una de ellas de índole residencial.
Para medir la importancia que tenía el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa basta mencionar su productividad en 2014: en consultas generales se dieron 5 mil 207, consultas de especialidad 6 mil 160, consultas odontológicas 2 mil 846, atención de urgencias 12 mil 718 atenciones, realizadas dos mil 761 cirugías, atendieron 2 mil 078 partos y 930 cesáreas.
Asimismo, 47 mil 139 estudios de laboratorio, 2 mil 801 estudios de imagenología. En promedio días de estancia estuvieron 2.2 días las personas hospitalizadas, el porcentaje de ocupación era arriba del 65 por ciento. Y en total de nacimientos, por parto y cesárea, fueron tres mil ocho nacimientos en el hospital.
La delegación de Cuajimalpa tiene una población aproximada de 200 habitantes, según los últimos reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía; por su parte las autoridades han presumido que el próximo Hospital General brindará atención a 100 mil personas.
En este sentido, es importante destacar que este hospital sustentable tendrá capacidad para 72 camas censables, aprovechará la energía solar e hidráulica a través de alumbrado con tecnología LED, un sistema de calentamiento solar, sensores de presencia y una planta de tratamiento de aguas residuales.
La zona de escuelas que se encuentran a un costado de donde será la construcción del hospital, cuentan con un espacio de recreación al público pero en estado de abandono, ya que hay basura y hasta rastros de vandalismo.
Se ha especulado que para el levantamiento del hospital se tendrían que reubicar las escuelas, mismas que tuvieron daños menores tras el estallido de la pipa de la empresa Gas Express Nieto de México con placas KW829070.
Desde 2007, Gas Express Nieto surtía del hidrocarburo a los hospitales del G-CDMX. El 1 de julio de 2015 se cancelaron todos los contratos celebrados con las dependencias del gobierno capitalino y la empresa.
En agosto del 2015, tras un acuerdo reparatorio la empresa entregó una indemnización de 66 millones 531 mil 164 de pesos por los daños ocasionados en el nosocomio y al mercado.
Además el chofer de la pipa, Carlos Chávez Hernández, único sujeto que enfrentó un proceso penal, fue exonerado de los delitos de homicidio culposo luego de que considerara que ya se habían cumplido los acuerdos reparatorios.
La empresa Gas Express Nieto de México en su página de internet se define como una empresa cuyo objetivo es alcanzar la excelencia en el servicio, satisfaciendo las necesidades de gas L.P. de sus clientes.
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