Por: Redacción/
Las 202 fosas comunes se encuentran repartidas entre las provincias de Ninewa, Kirkuk, Salah al-Din y Anbar, en el norte y el oeste del país, pero podría haber muchas más, destacó la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani.
“Pese a las dificultades que entraña especificar el número total de personas en estas tumbas, el sitio más pequeño, en el oeste de Mosul, contenía los restos de ocho cuerpos, mientras que el más grande se cree que es el sumidero de Jasfa al sur de Mosul, que puede albergar miles”, señaló.
El estudio destaca que los sitios podrían contener material forense que podría ayudar a identificar las víctimas y arrojar luz sobre el tamaño de los delitos cometidos.
“Las pruebas obtenidas en estos sitios serán fundamentales para garantizar investigaciones, enjuiciamientos y condenas creíbles de conformidad con las normas internacionales sobre garantías procesales”, dijo Shamdasani.
La vocera añadió que conseguir la verdad y justicia “requieren la adecuada preservación, excavación y exhumación de las fosas comunes y la identificación de los restos de las numerosas víctimas y su devolución a sus familias.”
El representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas para Iraq, Ján Kubiš, incidió en este punto al señalar que las pesquisas también jugarán un papel importante “en el proceso de duelo para las familias”.
Justicia para las familias
Otro de los puntos que pide el informe al Gobierno iraquí es el establecimiento de un registro público centralizado de personas desaparecidas y una Oficina Federal que se ocupe de este proceso.
En la actualidad, las familias que quieren recuperar los restos de sus familiares desaparecidos han de informar por separado a cinco entidades estatales.
Shamdasani recordó, en nombre de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, la traumática situación que sufren estas familias con miles de allegados todavía en paradero desconocido y resaltó su derecho a saber qué pasó con sus seres queridos.
“Estas tumbas contienen los restos de aquellos que fueron asesinados sin piedad por no cumplir con la retorcida ideología y gobierno del ISIS, entre ellos las minorías étnicas y religiosas. La verdad, la justicia y las reparaciones son fundamentales para asegurar que se tengan en cuenta las atrocidades cometidas” por este grupo, dijo.
Entre sus recomendaciones, el informe pide adoptar un enfoque multidisciplinar de las operaciones de recuperación con la participación de especialistas experimentados, como expertos en contaminación por armas y explosivos e investigadores en escenas de crimenes.
Entre junio de 2014 y diciembre de 2017, ISIL se apoderó de grandes áreas de Iraq y lideró, según el informe, “una campaña de violencia generalizada y violaciones sistemáticas de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario, actos que pueden equivaler a crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad y posibles genocidios”.
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