Por: Redacción/
Pese a los avances observados en las prácticas para la construcción de edificios más ecológicos, el PNUMA alertó este viernes sobre la necesidad de tomar “medidas drásticas” para reducir las emisiones de CO2 causadas por ese sector.
La directora ejecutiva de esa agencia, Joyce Msuya, destacó la importancia de conseguir “un gran cambio” en la forma en la que se construyen los edificios, al señalar que “basta con mirar las regulaciones actuales y la calidad de muchas edificaciones para ver que podemos hacerlo mucho mejor”, dijo.
Asimismo, resaltó que es necesario “elevar el listón de la eficiencia energética, los edificios ecológicos y las mejores prácticas en la construcción”.
El informe, realizado en colaboración con la Agencia Internacional de Energía, advierte que ” si el sector de la construcción quiere reducir su huella de carbono de acuerdo con los acuerdos internacionales, es necesario que los gobiernos, las ciudades y las empresas a nivel mundial tomen medidas drásticasde, “.
En la actualidad, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero de los edificios representan cerca del 40%, además de que constituyen el 36% del consumo mundial de energía.
La tecnología al rescate del sector
El sector de la construcción ha conseguido estabilizar las emisiones en los últimos años mediante el desarrollo de nuevas técnicas, herramientas, productos y tecnologías como las bombas de calor, las ventanas de mejor calidad, una mayor capacidad aislante, los electrodomésticos energéticamente eficientes y un diseño más eficiente.
La iniciativa privada se sumó a estos avances al conseguir que unas quinientas importantes empresas inmobiliarias, constructoras, cementeras y siderúrgicas, adaptaran sus objetivos de reducción de emisiones en línea con el Acuerdo de París.
Por su parte, el PNUMA, a través de su Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción, se propone mejorar en un 30% el uso de la energía en el sector de la construcción.
África y Asia pueden ralentizar el escenario
Sin embargo, la previsión de un rápido crecimiento del número de nuevas edificaciones durante los próximos años, especialmente en los pueblos y ciudades de África y Asia, puede dificultar esta transición.
“Los edificios son un motor clave de la demanda energética y los cambios producidos dentro del sector, como la creciente demanda de aire acondicionado, tienen un gran impacto a nivel mundial en las tendencias energéticas y ambientales”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía.
El nuevo informe destaca que hay una gran desigualdad entre la cantidad de dinero que se gasta en soluciones de eficiencia energética y la cantidad invertida en la construcción y renovación de edificios.
“Si no hacemos que los edificios sean más eficientes, su creciente uso de energía nos afectará a todos, ya sea a través del acceso a servicios de energía asequibles, la mala calidad del aire o el aumento de las facturas de energía”, advirtió Birol.
El peligroso aumento de los sistemas de refrigeración
Los datos demuestran que el aumento de la demanda de refrigeración y aires acondicionados en los países en desarrollo donde aumentan los ingresos está relacionado con el incremento de las temperaturas en muchos lugares del planeta.
Desde 2010, la energía utilizada por los sistemas de refrigeración ha aumentado en un 25% y actualmente hay más de 1.600 millones de unidades de aire acondicionado en los edificios de todo el mundo.
Entre los compromisos del Acuerdo de París figura el desarrollo y la ampliación de los planes nacionales de acción climática, pero hasta la fecha, solo 104 de estos proyectos contemplan acciones específicas para mejorar la eficiencia energética en los edificios y muy pocos abordan la cuestión de los materiales de construcción, como el acero y el cemento, y las emisiones de carbono que conlleva su fabricación.
El estudio también recomienda que las normativas de construcción evolucionen hacia edificios más resilientes al cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos.
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