Por: Redacción/
La sana alimentación y actividad física de la futura mamá, sobre todo, desde la adolescencia y durante el embarazo, además de la lactancia materna exclusiva, coadyuvan al adecuado desarrollo de los recién nacidos, aseguró el Director General del Instituto Nacional de Pediatría (INP), Alejandro Serrano Sierra.
Al inaugurar el Simposio Leche Humana y Nutrición. “De lo mejor a lo óptimo”, aseguró que los nutriólogos, médicos, pediatras son pieza fundamental en la promoción de estos hábitos en la población, pero sobre todo en las mujeres.
La práctica de alimentación al seno materno tiene importantes retos por cumplir como incrementar el porcentaje de esta práctica, declaró el Director General del INP.
Por su parte, el Jefe del Departamento de Pediatría Integral de este Instituto, Arturo Perea Martínez, declaró que el objetivo del Simposio, que se llevó a cabo en el marco semana Mundial de la Lactancia Materna, es demostrar que la leche humana, no es solo lo mejor, sino lo óptimo.
Explicó que la alimentación exclusiva con leche humana es hasta los primeros seis meses de vida, y puede extenderse hasta los 12 o 24 meses de edad de manera complementaria con alimentos sólidos que promuevan el desarrollo, preserven la salud, y sean reconocidos por el estándar normativo para la alimentación infantil.
La leche humana es el producto más adecuado para el bebé, que contiene componentes nutricionales y también factores bioactivos, que permiten la supervivencia, mismos que garantizan la productividad del individuo, agregó el doctor Arturo Perea Martínez.
Además, contiene “alimentos celulares”, que funcionan como agentes antiinfecciosos y antiinflamatorios, así como factores que ayudan al crecimiento, entre otros.
El Jefe del Departamento de Pediatría Integral del INP, explicó que la leche humana es diversa, porque depende de la duración de la gestación, constitución nutricional de la madre, del consumo de proteínas, paridad, frecuencia de la lactancia, así como factores materno-ambientales que determinan sus componentes y calidad.
Señaló que actualmente, la tasa de mortalidad infantil es de 49 por mil nacidos vivos, es decir, alrededor de cinco de cada 100 niños que nacen, mueren antes de los cinco años, cifra que podría disminuir, si se alcanzara una tasa de lactancia materna de 50 por ciento, ya que el impacto sería de 1.5 millones de muertes menos cada día.
En el simposio también estuvieron el Director de Enseñanza del INP, José Reynés Manzur; Jefe del Departamento de Educación Médica Continua del INP, Salim Kuri, así como profesionales de la salud.
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