Por: Vicente Flores
Vecinos de las colonias Actipan, Crédito Constructor y Mixcoac, delgeación Benito Juárez, realizaron una manifestación como exigencia para detener las obras del deprimido Mixcoac, debido a que dicha construcción tendrá un fuerte impacto ecológico, que sólo beneficiará grandes intereses mobiliarios ya la industria automotriz.
Foto: Mugs Noticias/ Vicente Flores
Denunciaron que derivado de la construcción, el gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Obras y Servicios se prevé la tala de 855 árboles, pero pronostican que la cantidad será mayor, debido a la amplitud de la obra y las zonas que contempla su realización.
Los habitantes de dichas colonias, refieren que la obra en Barranca de Muerto, que incluye la creación de un paso a desnivel que ampliará los carriles de circulación en la vialidad, no solucionará los problemas de movilidad de las inmediaciones, ya que estos radican en avenida Insurgentes Sur y Universidad.
Foto: Mugs Noticias/ Vicente Flores
La doctora Rosa Eugenia Sánchez, integrante del movimiento, señala que las obras en Barranca del Muerto, se convertirán en un problema debido a que aún no se termina la modificación en la vialidad de río Mixcoac.
Por su parte, el vecino José Luis Matabueno, indicó que las autoridades no han mostrado a los afectados los planos de la obra “no es profesional, no han exhibido estos documentos porque han sufrido varios cambios”.
Además, refieren que el daño ecológico en las inmediaciones será importante, derivado de la destrucción de las áreas verdes y el desplazamiento de árboles.
Foto: Mugs Noticias/ Vicente Flores
Avenida Barranca del Muerto
Añaden que la secretaria de gobernación capitalina, Patricia Mercado, se comprometió que la tala de árboles no sería de más de 600 especímenes, sin embargo, los vecinos han documentado, hasta el momento, el retiro de 544 árboles más de los autorizados, en los que se incluyen 300 que ellos mismo plantaron.
Ante este panorama, los vecinos de las colonias de la delegación Benito Juárez exigen el cese de la construcción del deprimido Mixcoac, además de que las autoridades atiendan a los llamados de las sociedad ante el riesgo de un ecocidio.
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