Por: Redacción/

Una presa del complejo minero Vale en el estado brasileño de Minas Gerais, al sureste del país, se rompió el viernes por la tarde generando un río de residuos minerales y lodo que sepultó las instalaciones de la empresa y numerosas viviendas ubicadas en las zonas rurales circundantes, dejando a su paso más de 30 muertos, un número indeterminado de lesionados y alrededor de 300 desaparecidos, según informaciones preliminares.

El Secretario General de la ONU expresó este sábado su tristeza por la pérdida de vidas y los daños a las comunidades y al medio ambiente luego del siniestro.

En un comunicado, António Guterres afirmó que el sistema de las Naciones Unidas está listo para apoyar a las autoridades brasileñas en las tareas de búsqueda y ayuda de emergencia a los damnificados.

Del mismo modo, extendió sus condolencias a las familias de las víctimas y al Gobierno de Brasil y deseó la pronta recuperación de los heridos.