- Presentan el segundo libro del exrector de la UNAM “Guillermo Soberón. Acervos Personales e Institucionales”.
Por: Redacción/
La obra “Guillermo Soberón. Acervos personales e Institucionales” confirma los valores humanos del exrector de la UNAM, su identidad y compromiso con la universidad pública, su esperanza incondicional en la juventud y su convicción para fortalecer nuestro sistema de salud como un bien público estratégico, afirmó Enrique Graue Wiechers, rector de esta casa de estudios.
Al participar en la presentación, a distancia, del segundo libro del exsecretario de Salud indicó que éste permite conocer los gustos y pasiones del universitario, y abre la puerta al universo personal de un rector extraordinario en la vida de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“El doctor Guillermo Soberón fue un universitario excepcional, del cual nos sentimos muy orgullosos. Lo extrañamos y lo seguiremos extrañando. Pero él siempre estará presente. Aquí están en la Universidad su espíritu y restos de su existencia; aquí en la Universidad está ya buena parte de su obra”, añadió Graue Wiechers al recordar que el Archivo Histórico de la Universidad preservará sus acervos.
Esta nueva obra, prosiguió, que complementa el libro “El médico, el rector”, entreteje su formación académica y su tenacidad científica con las responsabilidades públicas y universitarias que le tocó vivir; a través de sus acervos, comparte la importancia de sus pertenencias en su vida pública y privada.
“Porque efectivamente, son las cosas de uno, —esas pertenencias atesoradas—, el mejor testimonio de nuestras vidas. Todas esas cosas tienen un significado personal, familiar e histórico que agradecemos mucho se puedan compartir en este texto”, expresó Graue ante el exrector de la UNAM, Francisco Barnés de Castro; integrantes de la familia Soberón Chávez; así como miembros de la Junta de Gobierno de la Universidad, entre otros.
En su oportunidad, Mario Soberón Chávez, hijo del doctor Guillermo Soberón e investigador del Instituto de Biotecnología de la UNAM, comentó que la obra fue el último proyecto en que trabajó su padre y agradeció el empeño de su coautor, Cuauhtémoc Valdés Olmedo, para que el exrector pudiera verlo terminado antes de fallecer. Asimismo, celebró se hubiese enterado que la Universidad Nacional lo editaría.
A través de la descripción de acervos, reconocimientos, fotografías, obras de arte y documentos relacionados con su acción pública, Guillermo Soberón muestra los valores de su existencia y la importancia que tuvieron diferentes personas durante su vida, dijo.
“Una lectura ligera del texto nos permitirá concluir, por ejemplo, que Guillermo Soberón coleccionó diversas obras de arte de reconocidos artistas. Sin embargo, la verdad, es que si algo coleccionó nuestro padre, fueron amigos”, subrayó Soberón Chávez.
Federico Reyes Heroles, escritor y periodista quien realizó el epílogo del libro, dijo que el exrector fue un mexicano excepcional con una firmeza de carácter y jovialidad. Su obra fue calificada como imponente por la revista The Lancet por su visión de largo plazo, solidez en las ideas, congruencia, por ser creador de instituciones, por su arrojo y prudencia, entre otros.
El libro, agregó, es una obra atípica que invita a pasear por los caminos y los pasillos de la vida de Guillermo Soberón. Relató algunas anécdotas del exrector y su responsabilidad en la defensa de valores como la pluralidad, el respeto a las instituciones y la autonomía y su acertada decisión de crecer, planear, descentralizar a la Universidad y crear nuevas instituciones.
Su visión de largo plazo, añadió, lo llevó a crear los planteles de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, el Centro Cultural Universitario, propuso modificar el artículo 4 constitucional relativo al derecho a la salud; enfrentó la irrupción del VIH-Sida, en el país, entre otros retos.
“Con esta entrega Guillermo Soberón nos abre las puertas de sus recuerdos, de sus orgullos, gozos y por qué no, de sus caprichos. Buena noticia que sus acervos se conserven en esta gran casa, su casa que tanto quiso y que así nos recuerden el largo y muy fructífero camino de este gran mexicano”, añadió.
Roberto Tapia Conyer, director General de la Fundación Carlos Slim y alumno de Soberón Acevedo, expresó que su maestro fue un hombre complejo que contribuyó en múltiples terrenos a mejorar la salud pública, además de ser uno de los artífices de la modernidad del país en el campo científico.
Ejemplo de ello, aseveró, fue el manejo y respuesta que como secretario de Salud tuvo ante la gravedad del VIH-Sida en México; así como su iniciativa para que en la Ley General de Salud se modificara la venta de sangre y sus derivados, y se implementaran normas para realizar las transfusiones, pruebas de tamizaje en cada donación, entre otros.
El libro, apuntó, es un documento imprescindible y necesario para conocer la obra de Guillermo Soberón y su mayor reconocimiento es retomar su ejemplo: “convertirlo en ese gigante en cuyos hombros podemos sostenernos, para de allí continuar con su labor, inspirados en que fue el motor de sus acciones: el espíritu de servicio”.
En tanto, Enrique Ruelas Barajas, expresidente de la Academia Nacional de Medicina de México, remarcó la confianza que Soberón Acevedo tuvo en los jóvenes y aseguró que su obra es un ameno recorrido a través de un museo, llevados de la mano de sus autores.
“Estos acervos de Guillermo Soberón, más allá de una descripción de personas y objetos es un recorrido a través de lealtades, amistades, afectos, aprendizajes y enseñanzas, maestros, amigos, alumnos vivencias de su siempre querida familia. Es la colección de un hombre de su tiempo que se empeñó en construir futuros: el propio, el de los demás, el de instituciones, el de un país”, acotó.
Cuauhtémoc Valdés Olmedo, colaborador del doctor Guillermo Soberón y coautor del libro, explicó que en la introducción el exrector expone que la obra es la prolongación de sus recuerdos profesionales y que dan continuidad a su obra “El médico, el rector”.
Luego, se encuentran los acervos del médico y su relación con personas relevantes en su vida: siete rectores de la UNAM, sus maestros, contemporáneos, sus alumnos y su familia. Posteriormente se incluyen documentos que dan testimonio de sus designaciones profesionales y académicas; sus 11 doctorados honoris causa, y diversos premios y reconocimientos por sus contribuciones a la ciencia, la salud y la filantropía.
Otro apartado son sus acervos artísticos: esculturas, cuadros, objetos. Finalmente, el libro cierra con documentos sobre temas selectos en salud pública, medicina genómica, la reforma sanitaria en México, entre otros.
“Detrás de ‘Guillermo Soberón. Acervos personales e Institucionales’ hay un curso de vida y mi estrecho vínculo con Guillermo Soberón por cerca de 50 años, que pasó de mentor, jefe y a una profunda amistad”, expresó Valdés Olmedo.
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