Por: Redacción/
La decisión del gobierno capitalino de frenar la ampliación del Metrobús hasta Churubusco es un triunfo de la movilización vecinal digno de reconocerse y una muestra de sensibilidad de parte de las autoridades de la ciudad, quienes finalmente decidieron escuchar la voz de los ciudadanos, consideró la dirigencia estatal del PRD en la ciudad.
Luego de que la Secretaría de Obras anunció que la ampliación del Metrobús sobre Eje 1 Poniente será de Etiopía a Eje 8 sur Popocatépetl, la dirigencia perredista hizo un reconocimiento a los vecinos quienes alzaron la voz en protesta por la falta de estudios sobre el impacto vial y habitacional que se tendrá en el pueblo de Xoco y la colonia General Anaya.
“Es buena noticia que el gobierno de Claudia Sheinbaum decidió escuchar a los vecinos, aunque las protestas se pudieron evitar si el autoridad hubiera realizado una consulta pública para conocer la opinión de la población de la zona antes de que las obras se iniciaran”.
La dirigencia colegiada del PRD reconoció a los habitantes de la zona que con su participación y defensa de su colonia alzaron la voz con razones y argumentos, mostrando los problemas que la obra tendrá. Mostraron altura de miras y sensibilidad al anunciar que se buscarán una solución vial.
En ese sentido los dirigentes perredistas recomendaron a las autoridades informar de manera oportuna, clara, precisa y con anticipación a la población sobre los resultados que obtendrán y que sucederá con las obras que se están realizando a fin de evitar problemas subsecuentes, que afectan a transeúntes y automovilistas.
La Ciudad de México se caracteriza por ser libertaria y respetuosa de la voz de los vecinos, cuando el PRD estuvo al frente del gobierno entendió que si los vecinos se oponen a una obra se debe a falta de información, por ello es necesario realizar asambleas, reuniones y campañas de difusión donde se les expliquen los beneficios de cada una de las obras, lo cual no ha estado sucediendo en esta administración.
El gobierno de Claudia Sheinbaum, agregaron, tiene la responsabilidad de establecer los canales de diálogo con la ciudadanía en las zonas que están siendo afectadas por las obras, y dar alternativas, además de conocer la opinión de la población sobre la viabilidad de cada uno los proyectos, es un derecho mínimo de cualquier democracia y aquí no tiene por qué ser la excepción.
Recordaron que en la capital del país se cuenta con leyes que permiten la participación ciudadana que no deben hacerse a un lado pues finalmente un gobierno se debe a la gente y la debe escuchar.
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