Por: Redacción/
Gerardo Salazar Chávez, investigador del Instituto de Biología (IB) de la UNAM, ha descrito 78 nuevas especies de orquídeas a lo largo de su carrera como taxónomo en los últimos 30 años.
La mayoría son de México, algunas de Centro y Sudamérica, e inclusive una de Camerún, en África. Tan solo en los años más recientes acumula al menos seis nuevas especies de estas flores variadas en colores, tamaños y diseños, caracterizadas por una simetría bilateral y un labelo o pétalo modificado.
“La descripción de especies nuevas es una parte marginal de mi investigación, que no dedico a descubrir especies, sino a explorar y documentar todas las presentes, sean conocidas o desconocidas, y a medida que nos adentramos en terrenos no visitados por otros botánicos, casi es inevitable que aparezcan especies nuevas. Es como la ‘cereza del pastel’, un complemento del inventario botánico”, comentó.
De nombre científico Orchidaceae, las orquídeas se distinguen por su diversidad, pues con sus 28 mil especies conocidas en todo el planeta, aportan una de cada 10 especies vivientes de plantas con flores.
En el mundo se conocen unas 295 mil especies de plantas con flores en todas las regiones, según una estimación de la diversidad vegetal publicada en 2016. Cada año, los botánicos descubren y nombran formalmente alrededor de dos mil.
“Entre ellas destacan las orquídeas, que se distribuyen en todos los ecosistemas terrestres, pero son más diversas en las regiones tropicales y su diversidad es máxima en los bosques de niebla y las selvas húmedas de los trópicos del continente americano”, explicó.
México, mil 270 especies de orquídeas
México está en el límite norte del neotrópico, y aunque más de la mitad de su territorio es árido o semiárido, alberga una diversidad notable de orquídeas que incluye mil 270 especies.
“Prácticamente en cada sierra, en cada elevación, hay una muestra de orquídeas, más en las zonas húmedas y tropicales del sur, pero también en regiones áridas del norte”, dijo Salazar.
Esto las ubica como la tercera familia de plantas con mayor número de especies en nuestro territorio, detrás de las asteráceas (familia del girasol y la manzanilla) y las leguminosas (familia de los frijoles y los colorines).
La mayor parte de la riqueza de orquídeas mexicanas se concentra en el sur, debido a la alta humedad y mayor diversidad. Muchas viven como epífitas (es decir, sobre los árboles, expuestas en las copas) y requieren de luz solar, humedad ambiental, neblina y lluvia frecuente para subsistir.
“La riqueza conocida de las orquídeas en México se ha duplicado desde que se publicó su primer inventario formal, en 1951, que registró alrededor de 600 especies, como resultado de la exploración de regiones antes inaccesibles y la formación de especialistas nacionales que aplican una variedad de herramientas para su documentación, desde la recolección de ejemplares para el herbario y su estudio morfológico y anatómico, hasta la secuenciación genómica”, detalló.
Salazar encabeza un grupo multiinstitucional reconocido a nivel mundial, que incluye al Herbario Nacional de México en el Instituto de Biología de la UNAM, y suma esfuerzos con Eric Hágsater, fundador del Herbario de la Asociación Mexicana de Orquideología (AMO), y especialistas del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán (CICY), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional unidad Oaxaca del Instituto Politécnico Nacional (CIIDIR) y la Universidad Veracruzana (UV), entre otros.
El equipo está integrado por investigadores del IB, académicos de otras instituciones y una veintena de alumnos de licenciatura, maestría y doctorado.
Estado crítico
El estado de muchas orquídeas mexicanas es crítico. Son dependientes de la existencia de los bosques para mantener su diversidad, así que la modificación y destrucción de la vegetación natural (que ocurre por la agricultura, ganadería, minería y otras actividades humanas) elimina su hábitat.
Otro problema es que, como las orquídeas son muy atractivas para el ser humano, hay un comercio ilícito muy intenso. No son traficantes internacionales, denunció, es el mercado ilegal nacional que hace una extracción eficiente. “Dejan bosques completos desprovistos de sus orquídeas y luego las malbaratan vendiéndolas en las ciudades por unos cuantos pesos”.
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