Por: Redacción
La Secretaría de Salud (Sedesa), a través de la Unidad de Especialidad Médica, Centro de Atención Primaria en Adicciones (UNEME–CAPA) del Centro de Salud México-España, prepara a 750 médicos militares y oficiales sanitaristas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) que participarán en el Programa SÚMATE ENFA (Esfuerzo Nacional Frente a las Adicciones) que impulsa el Gobierno Federal.
Los cursos de capacitación, que se imparten del 12 de agosto al 2 de octubre, derivan de un convenio de colaboración de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), encabezada por Manuel Mondragón y Kalb y la Sedesa, así como de las Bases de Colaboración signadas el pasado 21 de julio entre la Conadic, la Sedena y la Secretaría de Marina (Semar), para atender y reducir el consumo de drogas en nuestro país, principalmente entre la población joven.
Son impartidos los miércoles, jueves y viernes en las instalaciones del Hospital Central Militar por psicólogas, enfermeras y trabajadoras sociales de la UNEME-CAPA México-España, la cual en el Encuentro Nacional de Centros de Salud Nueva Vida, celebrado en Manzanillo, Colima, en octubre 2012, fue reconocida como la mejor clínica por su labor en la prevención y el tratamiento a las adicciones a las drogas, el alcohol y tabaco.
Blanca Estela Fernández Velázquez, coordinadora de la Unidad de Especialidad, informó que el convenio tiene como compromiso brindar la misma información y atención preventiva que imparte la Sedesa a médicos, enfermeras y oficiales sanitaritas, de mandos medio y altos, de las unidades médicas de las Zonas Militares y batallones ubicados en el país.
Comentó que el sector militar se integra a una red de instituciones gubernamentales que surge como una necesidad de trabajar en un frente de prevención contra las drogas, y con esto es necesario empezar con capacitación de mandos, para que los conocimientos adquiridos los repliquen a los oficiales de menor rango y a la tropa, con el objetivo de hacer conciencia en la población sobre el problema de salud pública de las adicciones.
La capacitación consiste en dotar de los conceptos básicos sobre consejería y orientación para que los militares los apliquen y desarrollen en las comunidades y las familias con las que tiene contacto. Por ejemplo, explicó, deben saber cómo abordar a los padres y a los jóvenes y orientar en lo que es crear hijos de manera positiva, aprovechar sus habilidades para la vida y ocupación de tiempo libre.
Igualmente, al personal médico militar se le enseña a aplicar encuestas de detección oportuna para los jóvenes menores de 18 años, mediante la cual se evalúa factores de riesgo como situaciones de depresión y ansiedad, problemas de aprendizaje, violencia familiar y conductas delincuenciales o violentas.
“Los guiamos dándoles recomendaciones precisas, primero, atender a los jóvenes en el autocuidado, orientarlos a que conozcan su cuerpo y cómo está funcionado y puedan apreciarlo”, comentó.
Segundo, enfatizó, identificar situaciones de riesgos en los grupos de jóvenes y su socialización, para ubicar a los grupos pares en donde quieren identificarse con cierto grupo, porque es ahí donde se tiene que ubicar si este grupo consume sustancias o su conducta es negativa. De ser así, se debe poner signos de alarma y ayudar a la familia a orientar a sus hijos a convivir en grupos sanos.
Fernández Velázquez consideró que el trabajo del Ejército con las comunidades y las familias en los acercamientos mediante acciones de Protección Civil, Jornadas de la Salud y de Labor Social, servirá para inculcar la prevención y fomentar una convivencia sana.
“Será de gran ayuda, porque trasmitirán en directo información básica para evitar el consumo de drogas, incluso de las sustancias socialmente aceptables o legales que es el alcohol y el tabaco, y sobre los daños que causan, así como acabar con mitos de que son necesarias, como el que se diga que la mariguana sirve para concentrarse, cuando es todo lo contrario”, señaló.
Finalmente, recordó que la Sedena cuenta con unidades médicas que dan consulta a la población abierta, por ello también la importancia que sus médicos y enfermeras manejen la misma información y en la misma línea de intención de prevención, orientación y atención médica, como se realiza en la Sedesa mediante un tratamiento integral.
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