Por: Redacción/
Las enfermedades de los ojos en perros y gatos son más frecuentes de lo que se cree, pero con un diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado la mayoría de los casos puede ser curable o tener un control para evitar la pérdida de visión.
Luz Ramírez, académica de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, resaltó la importancia de llevar con regularidad a nuestros animales de compañía a revisión, pues los problemas visuales no sólo pueden provocar ceguera, sino también dolor ocular severo.
Al Hospital Veterinario de Especialidades, dijo, llegan alrededor de 15 pacientes al día por problemas oftalmológicos; ahí cuentan con equipo para un buen diagnóstico.
“La medicina preventiva es fundamental; por ello, además de informar sobre estos padecimientos a los propietarios, es necesario capacitar a los médicos veterinarios de primer contacto, para que sepan identificarlos y canalizar al área adecuada”.
En afecciones como diabetes, sida (en el caso de los gatos), enfermedades neurológicas o traumatismos, la atención debe ser integral, porque tienen una relación importante con la salud visual, advirtió.
La predisposición depende de la raza: en perros “chatos” o con nariz muy corta, como bulldog, pequinés o pug, las enfermedades de la córnea son las más frecuentes; en los poodle y schnauzer, las cataratas; y en los Boston terrier o jack russell, el glaucoma, ejemplificó.
En los gatos las enfermedades oftálmicas están más asociadas a afecciones sistémicas como leucemia, sida y peritonitis infecciosa. Son padecimientos que dañan su cuerpo, pero también pueden deteriorar sus ojos, indicó.
El ojo es un órgano externo y los cambios de color, posición y tamaño son señales a los que los propietarios deben estar pendientes para detectar alguna enfermedad o problemas de la visión.
Ciertas conductas indican que perros o gatos tienen problemas: ya no se van por el camino correcto, chocan con muebles y paredes, se caen constantemente, no detectan dónde está su comida o no identifican a sus dueños.
La especialista en oftalmología veterinaria expuso que las cataratas, glaucoma, hipertensión, diabetes, atrofias de la retina (hereditarias), insuficiencia renal y lesiones de tipo inflamatorias son las principales enfermedades que les pueden causar ceguera.
“Las cataratas se pueden operar, si hay algún tipo de inflamación se puede tratar, y los glaucomas detectados a tiempo permiten conservar la vista. En algunos casos las terapias son a largo plazo, o de por vida”, concluyó.
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