Por. Redacción/
La Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) se sumó por quinto año consecutivo al Programa del Reciclatrón que orienta a la comunidad universitaria y a los vecinos de la zona sobre la importancia del manejo y la disposición adecuados de los residuos eléctricos y electrónicos, fomentando una cultura de separación y reciclaje.
La Jornada contó con la participación de 46 empresas y 802 asistentes que acopiaron 40 toneladas de desechos y una tonelada de pilas, informó el biólogo Enrique Ortiz Moreno, director de Educación Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA).
En este lustro de experiencia, la Unidad Azcapotzalco ha sido una de las sedes más exitosas, pues su comunidad es participativa, además de que están ubicados en un lugar estratégico por ser una zona industrial.
El responsable de la oficina de Gestión Ambiental de la Unidad Azcapotzalco y coordinador de los trabajos de logística, Luis Antonio Barbosa Noegerat, consideró que la percepción de la gente con respecto de la noción del peligro que representan los desperdicios eléctricos y electrónicos ha cambiado, pues hoy en día hay una mayor conciencia, aunque es preciso seguir trabajando en una educación en la materia en todos los ámbitos sociales.
La reutilización de esos componentes es una de las más difíciles de realizar, básicamente porque sus elementos son plástico, vidrio y metales, entre otros materiales, añadió Barbosa Noegerat.
Lo primero que se debe hacer es desensamblar, tarea que sólo pueden llevar a cabo empresas certificadas, debido a que los dispositivos son muy tóxicos para el ambiente y para la salud de las personas, y si hacen contacto con la tierra o con cuerpos de agua, los contaminarán.
La Dirección General de Regulación Ambiental de la SEDEMA lleva un registro de empresas o particulares dedicados a acopiar, transportar o reciclar, como es el caso de los carros que van de colonia en colonia comprando chatarra que es voluminosa y de manejo especial, los cuales ya comienzan a estar regulados.
La Delegación Azcapotzalco instaló un módulo de orientación en esa sede académica sobre programas para el reúso de restos sólidos.
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