- El público asistente a este segundo día de jornada literaria recibió los libros Niña mar, de Francisco Haghenbeck y el poemario Una huella, de Enrique González Rojo.
Por: Redacción/
Con dos homenajes dedicados al guionista de cómics, Francisco Haghenbeck y al poeta Enrique González Rojo, la XXI Feria Internacional del Libro en el Zócalo 2021 acercó a las y los visitantes del segundo día del encuentro a la vida y obra de los autores fallecidos recientemente.
Para recordar al novelista policiaco, se dieron cita, en el foro que lleva el nombre del autor, César Silva, Celia Eudave, Bernardo Esquinca, Iván Farías y José Ramón Calvo, acompañados en la virtualidad por Bernardo Fernández BEF, quienes expresaron que su amigo y colega era un escritor flexible y “una máquina de contar historias”.
Su habilidad para captar a cualquiera fue un aspecto que resaltó Esquinca, quien platicó que “Paco no discriminaba a nadie; le abría la puerta a todo tipo de lectores” y por ello tiene a lectores que se han enganchado con sus novelas históricas, lo mismo que con sus cómics y cuentos, que saltan de la ciencia ficción al horror en diversos escenarios como la segunda Guerra Mundial o la Reforma.
En su participación, Cecilia Eudave acercó al público a uno de los principales personajes de Haghenbeck, “Elvis Infante”, su legendario cazador de demonios protagonista de El diablo me obligó, novela que la plataforma de streaming Netflix adaptó en 2018 a la serie titulada Diablero y la cual cuenta con dos temporadas.
“La mejor manera de honrarlo es leerlo, recomendarlo y reinventarlo”, externó la también escritora y profesora, quien exhortó a los presentes a recorrer las editoriales en busca de alguno de sus 35 libros publicados como Trago amargo, La primavera del mal y Sangre helada, entre otros.
A distancia, y ante un foro lleno que también se transmitía por redes sociales, BEF retomó a otro emblemático de sus personajes, su detective “Sunny Pascal” y recordó al autor como un escritor disciplinado y político, único compatriota que ha colaborado con DC Comics (2002), con una versión de Superman.
“Él era una máquina de contar historias y lo que más me entristece de su ausencia son todos esos libros que ya no escribió”, compartió BEF sobre Haghenbeck, mientras destacó el constante préstamo de personajes entre ellos y otros colegas, así como algunos proyectos en tintero y su colaboración en Matar al candidato.
En el Foro Enrique González Rojo y en presencia entre el público de la viuda del ensayista, narrador y poeta, Alicia Torres, los poetas Víctor Mantilla, Maricela Guerrero y Lucía Pi Cholula recordaron los versos de Rojo como “una poesía que interpela”.
“Se expresaba horizontalmente, de abajo hacia arriba y de las periferias hasta el centro”, compartió Víctor Mantilla al resaltar su trayectoria como luchador social, pensador, filósofo y poeta.
Al recordarlo como uno de esos escritores que parecían saberlo todo, durante la charla moderada por Óscar de Pablo, los espectadores conocieron su ardua labor de enseñanza del pensamiento de Hegel y Marx, así como su desarrollo como profesor y académico.
Cómo parte del ejercicio de los derechos culturales de las y los habitantes de la Ciudad de México, el público asistente a este segundo día de jornada literaria recibió los libros Niña mar, de Francisco Haghenbeck y el poemario Una huella, de Enrique González Rojo, ambos coeditados entre la Secretaría de Cultura capitalina y la Brigada Para Leer En Libertad.
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