Por: Redacción/
El presidente de la Comisión de Protección Civil, diputado Adán Pérez Utrera (MC), sostuvo que de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), los fenómenos naturales del año pasado generaron pérdidas por 470 mil millones de pesos; por ello, recomendó, es necesario revisar el tema de la prevención.
Durante el “Foro Internacional de protección civil y gestión de riesgos de desastres”, el legislador resaltó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que invertir un peso en prevención, puede representar ahorros de hasta siete pesos en la reconstrucción y recuperación de las regiones afectadas por algún desastre.
Destacó que el reto de la protección civil en el país es lograr un trabajo conjunto e integral de los tres órdenes de gobierno, a fin de actualizar y mejorar los planes de desarrollo, leyes, reglamentos y poner en marcha estrategias trasversales que permitan la inclusión y participación de la ciudadanía en casos de emergencia.
Enfatizó que la tarea fundamental es crear una cultura de prevención y promover las herramientas para que sea una práctica cotidiana.
Expresó que ante los fenómenos naturales que han azotado al país y cobrado vidas humanas y bienes inmuebles, es necesario que la población “se detenga un momento para reflexionar sobre lo que significa la protección civil y la reducción de riesgos de desastres”.
Añadió que la Comisión que preside reconoce que se ha avanzado en materia de protección civil; sin embargo, reiteró su compromiso por generar mejores prácticas vinculadas a la gestión de riesgos y que estos sean replicados en todo el país, con el propósito de que México esté a la vanguardia.
La priista Angélica del Rosario Araujo Lara, presidenta de la Comisión de Protección Civil del Senado de la República, dijo que el sismo del año pasado permitió ver el avance que tenemos como país para responder a este tipo de contingencias y pruebas tan difíciles que se presentaron. “La sociedad civil hizo un esfuerzo importante y dio el ejemplo a seguir”, expresó.
Manifestó que ambas cámaras realizaron un trabajo conjunto en materia de actualización de la Ley Federal de Protección Civil. Los grupos parlamentarios trabajaron, aprobaron y votaron reformas a esta norma.
Enfatizó que se han hecho cosas positivas en nuestro país en materia de prevención de desastres y protección civil. “Es necesario que en todos los foros internacionales pongamos especial énfasis en estos temas y se atiendan”, apuntó.
Recomendó seguir con el esfuerzo e impulso a esta tarea noble, no contaminada por algún otro interés, cuyo propósito es salvar vidas o bienes materiales. “Es un tema que une, que despierta la solidaridad y que cada uno de nosotros porte esta bandera que es muy importante compartir”, agregó.
El coordinador nacional de Protección Civil, Luis Felipe Puente Espinoza, afirmó que México cuenta con un Sistema Nacional de Protección Civil moderno, robusto y activo, el cual ha sido fortalecido con la participación de los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil.
Apuntó que del año 2013 al 2018 se han emitido 433 declaratorias de emergencia y 177 de desastre, y se ha brindado auxilio a más de 8.7 millones de personas a lo largo del país.
Recordó que en 2013 se instaló por primera vez el Consejo Nacional de Protección Civil, encabezado por el Ejecutivo, el gabinete y gobernadores, con el objetivo de asumir con responsabilidad la disminución de riesgo de desastres.
Expuso que este consejo era de vital importancia para modernizar, actualizar y fortalecer el Atlas Nacional de Riesgo, como un verdadero instrumento del Estado, convirtiéndose en una plataforma digital que integra cuatro mil 200 capas de información de diversos estudios nacionales, atlas estatales y municipales y datos de los servicios Meteorológico Nacional y Sismológico Nacional, así como de 60 organismos privados.
El director general del Cenapred, Carlos Valdés González, indicó que el uso del Atlas de Riesgo permite crear un escenario que es útil en caso de una emergencia y lograr cumplir con el objetivo de “cero víctimas y daños”.
Subrayó que la intención del Atlas es que se utilice con fines preventivos. De ahí la importancia que se alimente con estudios e información, pues ello permite identificar las regiones fracturadas o más vulnerables en caso de algún desastre natural y alerta a la población sobre los peligros de vivir en esa zona.
Planteó la necesidad de que la sociedad conozca los reglamentos de protección civil y la categoría que le corresponde en el Atlas Nacional de Riesgo, para evaluar su actuar al presentarse un suceso que atente contra su salvaguarda.
Juan Manuel Espinosa Aranda, director general del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, señaló que con este sistema se ha logrado emitir más de 160 alertas sísmicas, 72 a nivel federal y 90 de tipo restringido. “Dentro del Valle de México, tenemos un conjunto de 80 sensores que están captando cómo se mueve” esta zona cuando hay un temblor.
Aseguró que se han puesto en la zona metropolitana 14 mil altoparlantes en servicio, para que la gente, aunque no tenga el radio prendido o el teléfono, pueda escuchar que se le está advirtiendo que viene un sismo.
Explicó que los protocolos son fundamentales. “Este sistema de alerta, si suena a altas horas de la noche, puede no tener la eficacia que uno quisiera. Pero si estamos en horas de clase o en un día normal de trabajo y suena la alerta y los niños saben qué hacer, ese sector escolar tiene una garantía de poder protegerse”.
Xavier Moya, representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) indicó que en los últimos 40 años se han presentado cuatro veces más desastres climáticos, con 11 veces más perdidas económicas.
Destacó que México signó el acuerdo de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el cual establece como metas: reducir la mortalidad, las pérdidas económicas, los daños causados a infraestructuras vitales y la interrupción de los servicios básicos, como las instalaciones de salud y educativas, e incrementar estrategias que fomenten la salvaguarda a nivel nacional y local y la disponibilidad de los sistemas de alerta temprana.
Reconoció que hay avances, pero estimó primordial trabajar a nivel municipal, a fin de que existan reglamentos de protección civil; revisar los esquemas de planeación y de construcción, y generar simulacros para capacitar a la ciudadanía de los diversos fenómenos naturales.
Sergio Ramírez López, director general de Protección Civil y Bomberos de Zapopan, Jalisco, resaltó que no todos los municipios tienen la capacidad de llevar un proceso de planeación adecuado que permita aterrizar el esquema de gestión de riesgos. “La protección civil no debe ser nada más un ente que permita salvar la vida de las personas, sino que sea un motor de desarrollo dentro de los mismos”, indicó.
La coordinadora de Programas Resilientes de la Secretaría de Protección Civil de Chiapas, Rubí del Carmen García Rodríguez, comentó que se deben unir las políticas públicas enfocadas a la reducción de riesgo, así como generar una cultura sobre la prevención, para que las comunidades sepan cómo actuar ante un sismo o inundación.
Kelly Argueta Flores, subdirectora de Enlaces y Proyectos, de la Coordinadora Nacional para Reducción de Desastres de Guatemala, consideró necesario crear un mecanismo efectivo que permita brindar apoyo a las naciones afectadas por fenómenos naturales.
Agregó que la cooperación internacional en una emergencia es primordial para salvaguardar el mayor número de vidas posibles, además de que se logra una retroalimentación en el diseño de modelos que logren un eficaz modelo de protección civil.
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