Por: Redacción
El pintor, grabador, muralista Arturo García Bustos (Ciudad de México, 8 de agosto, 1926) uno de los últimos representantes de la Escuela Mexicana de Pintura, falleció este viernes 7 de abril, a los 90 años de edad.
A través de su cuenta en Twitter, la Secretaria de Cultura Federal María Cristina García Cepeda expresó: “Arturo García Bustos, pintor humanista, cuyas ideas libertarias plasmó en muros y lienzos, que hoy son su legado. Lamento su deceso”.
Fue discípulo de la pintora Frida Kahlo en la escuela La Esmeralda y ayudante de Diego Rivera. Siendo muy joven ingresó al Taller de Gráfica Popular donde participó de las actividades artísticas más importantes del país al lado de Leopoldo Méndez, Pablo O´Higgins, Alfredo Zalce, Ignacio Aguirre y otros maestros grabadores.
Se trató de un artista comprometido con las luchas humanistas y las ideas libertarias de los pueblos latinoamericanos, cuya temática ha sido motivo de muchas de sus obras gráficas. Formó en Guatemala el Taller de Grabado, donde realizó en 1953-54 la serie Testimonios de Guatemala, con gran repercusión en América Latina. Al triunfo de la Revolución Cubana realizó una serie de aguafuertes con ese tema que le mereció varios premios.
Son múltiples sus exposiciones individuales y colectivas, entre las que destacan la muestra retrospectiva de su obra Gráfica comprometida, en la Sala Nacional del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, en 1977; y Arturo García Bustos. La Imagen del México Post Revolucionario, en el Museo Nacional de la Estampa y que posteriormente itineró en museos de varios recintos de Texas, como el Mexic Art Museum de Austin y el Museum of Printing History de Houston.
Realizó importantes pinturas murales entre las que destaca: Pobladores de las Siete Regiones de Oaxaca, fresco de 50 m2, en el Museo Nacional de Antropología; Oaxaca en la historia y en el mito, de 220 m2, y Cosmogonía de los pueblos indígenas del Estado de Oaxaca, fresco de más de 120 m2, en las escaleras monumental y lateral izquierda del Palacio de Gobierno de Oaxaca. Otros murales son; La Universidad en el umbral del siglo XXI, en la Estación Metro Universidad del STC.; La herencia tepaneca en el umbral del tercer milenio, en la Casa de la Cultura de Azcapotzalco, y la serie de cinco frescos con el tema de La farmacopea y los avances de la medicina moderna, en los Laboratorios Glaxo-SmithKline, de la Ciudad de México.
Participó con su obra de caballete en el Salón de Invitados en el Palacio de Bellas Artes y dictó conferencias e impartió cursos en Italia y Estados Unidos.
Entre sus publicaciones se encuentran: En tinta negra y en tinta roja. Arturo García Bustos, vida y obra, publicado por la Fundación Todos por el Istmo; Arturo García Bustos y el realismo de la Escuela Mexicana, publicado por la Universidad Iberoamericana. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal, V Legislatura, publicó el libro Escenas de la Independencia y la Revolución en el muralismo mexicano, dedicando la portada y contraportada a su obra mural.
Fue miembro fundador del Salón de la Plástica Mexicana del INBA donde ha participado en numerosas exposiciones y ha recibido innumerables premios y distinciones en reconocimiento a su destacada carrera artística, entre éstos la Medalla de Oro del Movimiento de la Paz por sus grabados alusivos a la Revolución de Guatemala.
En la presentación del libro Arturo García Bustos. En el espacio mágico del muralismo mexicano, editado por la Dirección General de Publicaciones en 2014, el artista manifestó: “La pintura mural mexicana descubre nuestros propios valores y el mundo de sus raíces ancestrales latinoamericanas, proyectando en sus muros un sentido nacionalista que contagia a todas las demás expresiones artísticas”.
Expresó que su gusto por la pintura y la vocación por el arte le surgió desde muy niño, en el ambiente familiar; por la influencia del momento que vivía México y el mundo, así como por el pensamiento progresista de escritores y artistas que se agrupaban en la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR) que le tocó tener como maestros, después como amigos.
Compartió que fue testigo de las injusticias y movimientos sociales que han ocurrido a lo largo de momentos históricos que le han tocado vivir; que tuvo la gran fortuna de contar con grandes maestros en la escuela y en la vida, como lo fueron Diego Rivera y Frida Kahlo, determinantes en su formación artística.
En esa ocasión, Gregorio Luke, consejero del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, comentó que Arturo García Bustos es un representante máximo de la tradición mural que desde niño vio las obras de Diego Rivera, José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros, para después tener la oportunidad de trabajar con ellos.
“Toda esta formación y enorme legado lo ha expresado en sus murales. Cuando fue a Italia a pintar murales y a enseñar la técnica del fresco, representó a todo el pueblo de México en esta apropiación y transformación de la pintura mural. Arturo García Bustos es pintor de nuestro pueblo”.
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