Por: Redacción

A pesar de que las condiciones medioambientales de la Ciudad de México exigen un mejor transporte público, el gobierno de la Ciudad dejó de invertir 880 millones destinados al mantenimiento del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM).

La mala calidad del aire y la nula movilidad de la ciudad no solamente han repercutido en medidas restrictivas para las personas en la CDMX, sino que además han puesto en evidencia las carencias en términos de accesibilidad y movilidad, sobre todo en la eficiencia y eficacia del transporte público.

En ese sentido, hemos puesto en el debate la falta presupuestal y los grandes beneficios que se podrían obtener en bienestar social de invertirle y apostarle más al transporte público. Sin embargo, insistimos en que resulta preocupante que, aún con la insuficiencia presupuestal que padece el transporte público, el presupuesto asignado no pueda ser ejercido por fallas administrativas.

El GPPAN en la Asamblea Legislativa se ha pronunciado al respecto del descarrilamiento de vagones del Metro, de las fallas que presenta el Tren Ligero, hemos hecho llamados al Secretario de Finanzas para que destine más recursos al transporte público y también al director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, Jorge Gaviño, para que los recursos existentes, sobre todo los recaudados por el alza en la tarifa del boleto se implementen de manera eficaz, toda vez que, como lo hemos dicho, estos sistemas de transporte denotan poco mantenimiento y una baja inversión real en su funcionamiento.

Ahora, nos pronunciamos y pedimos a las autoridades capitalinas que ejerzan lo asignado y que provean el mantenimiento necesario. Ya que según la Cuenta Pública de 2015, el Sistema de Transporte Colectivo Metro tuvo un presupuesto de 15 mil 119 millones de pesos, ejerciéndose únicamente 14 mil 276 millones, teniendo un subejercicio total de 844 millones.

El subejercicio mencionado tiene implicaciones reales en la calidad del servicio y por ende en la calidad de vida de millones de capitalinos ya que por ésta falla administrativa se le ha dejado de dar un correcto mantenimiento a 45 trenes de la Línea 2. Independientemente de la causa del subejercicio, los medios jurídicos e incluso políticos siempre deben ser un medio y un tránsito a un fin mayor que es una correcta administración de los bienes públicos que incide directamente en una mejor calidad de vida para los habitantes de esta ciudad Capital.

Finalmente, exhortamos al gobierno de la Ciudad a que tome las previsiones necesarias a fin de que las próximas licitaciones o adjudicaciones no sean un obstáculo para la ciudad que merecemos, sino todo lo contrario. Y si nosotros, como legisladores, podemos aportar al diseño de mejores procesos regulatorios siempre estaremos a favor de aquello que mejore la calidad de vida y el tejido social que compartimos como capitalinos.