Por: Mugs Noticias
A partir de una gota de sangre, los las personas con diabetes mellitus tipo 2 podrán identificar sus niveles de su glucosa e insulina con un biosensor, que convierte las señales eléctricas y las guarda en una base de datos que se pueden enviar al médico, a la computadora o al teléfono celular como una aplicación, informó la profesora Catalina Stern de la Facultad de Ciencias (FC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ella con sus alumnos del doctorado: Mariana Centeno Sierra y Jehú López Aparicio, ganaron uno de los 12 Premios de Investigación de Google para América Latina, en su primera edición, con el dispositivo que consta de cuatro partes: la microfluídica, que lleva la gota de sangre por una ruta precisa y controla el volumen útil; el biosensor, con la técnica de detección que realiza la reacción química que da especificidad; la conversión electrónica, donde se adquiere la señal y se traduce el proceso químico a uno eléctrico y de procesamiento de datos; y la de comunicación, para adaptar esos datos a diferentes plataformas de Internet o teléfonos celulares.
Además de la medición, el dispositivo guarda la información en la memoria y la envía. No es sólo una app (aplicación), es un medidor integrado que incluye la aplicación, aclaró Hautefeuille. “Lo más complicado es integrar la biodetección en un dispositivo micro que se fabrica aquí, en el laboratorio; es lo que más nos tardamos en desarrollar”, abundó.
Con la asesoría de Stern, Mariana Centeno estudia el doctorado en Ciencia e Ingeniería de Materiales y trabaja en el área de microfluídica. “En el biosensor dual necesitamos llevar la gota de sangre del punto inicial a la parte de detección. Debo seleccionar qué diseño ocupar (una ruta lineal, en forma de cruz o en espiral) para optimizar la llegada de la sangre a los puntos de detección o microelectrodos dentro del chip”, detalló.
Actualmente utilizan tres electrodos para glucosa y evalúan si usarán dos o tres para insulina, pues el diseño de los elementos del microchip es fundamental para su eficiencia. Hasta ahora, la ruta en espiral garantiza mejores resultados en el uso del plasma sanguíneo.
Con un avance de 40 por ciento, el prototipo estará listo a fines del 2016 y se requerirán seis meses más para diseñar y probar un empaque para la fase comercial. Mientras, se busca proteger el desarrollo con una patente y, a mediano plazo, concretar una transferencia tecnológica a la industria, estimaron Stern, del taller de Hidrodinámica y Turbulencia, y Hautefeuille, del taller de Óptica Láser de la FC.
Experto en microfabricación y sensores, Hautefeuille recibió hace tiempo la petición de una especialista del Hospital General de México para desarrollar un sensor dual miniatura de glucosa e insulina que ayude a la creciente población nacional con diabetes. “Los médicos pidieron un medidor dual de glucosa e insulina para aplicarlo en el país, donde el 14 por ciento de los habitantes tiene diabetes declarada, además de muchos más que aún no tienen diagnóstico”, señaló Stern.
“El premio de Google es importante porque significa que el proyecto en el que trabajo en mi doctorado tendrá un impacto, sobre todo social, pues la diabetes aumenta y éste es un método preventivo que puede ayudar a tener diagnósticos eficientes y baratos”, destacó.
Con esta distinción, la empresa busca identificar y apoyar a profesores de tiempo completo y clase mundial que trabajan en sus áreas de interés. Para este concurso, un panel de ingenieros expertos evaluó 301 solicitudes y seleccionó 12 proyectos –ocho de Brasil, dos de México hechos en la UNAM, uno de Colombia y otro de Chile– por su impacto, originalidad y calidad.
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