Por. Redacción/
Juan Pablo Rojas Pérez, Presidente de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, exigió al Gobierno de Enrique Peña Nieto, imponer aranceles, cuotas y cupos a las importaciones de maíz amarillo provenientes de Estados Unidos, ya que las 14 millones de toneladas que nuestro país compra al año dañan la producción nacional, propician la baja al precio al productor y alza al precio del kilogramo de la tortilla, como sucedió al inicio del año.
En entrevista en medios, el líder maicero urgió al Secretario de Agricultura, José Calzada, a garantizar una comercialización preferencial, control y normalización de precios “para nuestras cosechas” y dejar de buscar otras opciones internacionales para allegarse el maíz amarillo como son Brasil y Argentina ante la posibilidad de que se cancele el Tratado de Libre Comercio.
Sostuvo que es preocupante y urgente aplicar una política pública que haga rentable el campo con fines productivos, es urgente redireccionar, supervisar y acompañar la aplicación de los subsidios al pequeño, mediano y hasta gran productor, los cuales generan dependencia e incapacidad para hacer frente a los objetivos de “unos vecinos voraces como es Estados Unidos de Norteamérica.
Entonces, dijo, si se establecieran aranceles, cuotas y cupos a las importaciones de maíz amarillo se incentivaría la producción nacional de ese grano el cual ronda apenas los 3 millones de toneladas producidas al año y se cultiva en 625 mil 180 hectáreas. Habría que ampliar la superficie de siembra de este grano, precisó.
Por ello, insistió en que al importar 14 millones de toneladas de maíz amarrillo de la Unión Americana a nuestro país, la pérdida económica rebasa los 60 mil millones de pesos en agravio de los productores nacionales.
Incluso, añadió, es lamentable que el Gobierno Federal se preocupe tanto por ver de dónde consigue el maíz amarillo si se acaba el Tratado de Libre Comercio y no resuelva problemas como el hecho de que el trasladar una tonelada de maíz amarillo de Chicago o Texas vía estado de Jalisco en México, el flete cueste 300 pesos, mientras el mismo tonelaje procedente de Guerrero o Oaxaca salga en poco más de mil pesos la tonelada.
Lo importante, aseguró, es fortalecer la producción de maíz amarillo, para ello se requiere apoyar al productor con tecnología que le permita incrementar la productividad.
Es urgente desarrollar una industria nacional de semillas de maíz amarillo, detener el desinterés de los productores en la producción primaria porque se quedan en el autoconsumo para irla pasando.
Lo peor, dijo, es que pareciera que la política pública se ha empeñado en hacer improductivo y dependiente al campesino cuando hace falta la restauración de la fertilidad de suelos, de una nueva relación industria – productor donde éste tenga oportunidades en el mercado regional, nacional e internacional.
Se hace indispensable contar con más infraestructura para que los productores se estimulen y se orienten a la producción de maíz amarillo al contar con caminos saca cosecha, con centros de acopio del grano y áreas de almacenamiento.
Asimismo, lamentó que en pleno proceso preelectoral y en el electoral que se avecina, no veamos a los precandidatos a la Presidencia de la República con alguna propuesta viable para resolver la descapitalización en la que se encuentra el sector primario, y la rama productiva más importante de nuestro país.
En este orden de ideas, consideró una falacia y una desesperada acción la propuesta del precandidato de MORENA a la Primer Magistratura del país, Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que, de llegar al Presidencia de la República, aplicará los precios de garantía a los granos básicos ya que las condiciones de producción y competitividad no están dadas.
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