Por: Redacción

El Senado de la República aprobó un punto de acuerdo por el que exhorta al gobierno federal para que, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, se efectúen los trámites y procedimientos necesarios para la ratificación por parte de México del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre las trabajadoras y trabajadores domésticos. 

El punto de acuerdo aprobado señala que en el marco de la centésima Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada el 16 de junio de 2011 en la ciudad de Ginebra, Suiza; se adoptó el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, instrumento que ha sido ratificado por 22 Estados y que México firmó. 

El objetivo del convenio, destaca en el documento la senadora Yolanda de la Torre Valdez, quien presentó la propuesta, es proteger y garantizar los derechos humanos y laborales de las trabajadoras y los trabajadores domésticos, quienes frecuentemente son víctimas de abusos y discriminación, particularmente las mujeres y niñas migrantes u originarias de comunidades desfavorecidas y en situación de vulnerabilidad. 

La ratificación del Convenio 189 de la OIT beneficiaría a las trabajadoras y los trabajadores domésticos, al incorporar a la legislación derechos y prestaciones: un día de descanso obligatorio a la semana, la firma del contrato de trabajo, libertad de asociación sindical y derecho de negociación colectiva, respeto a la privacidad, condiciones de empleo equitativas, seguridad social, incluyendo las correspondientes a la maternidad, horario de trabajo definido, pago de horas extras, prima vacacional, eliminación de todas las formas de trabajo forzoso, entre otras. 

El punto de acuerdo, aprobado en la sesión del pasado 22 de noviembre, subraya que el trabajo doméstico es infravalorado, invisible y motivo de discriminación, derivado de los estereotipos y roles de asignación tradicionales a un solo género, a pesar de que tiene una relevancia significativa en la economía mundial, 

El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) señala que cinco de cada 100 (es decir, el 4.7 por ciento) personas ocupadas realizan trabajo doméstico remunerado, de los cuales 91 de cada 100 son mujeres. El 34.5 por ciento de las mujeres y 16.3 por ciento de los hombres tienen ingresos de un salario mínimo o menores. El 6.9 por ciento del total son analfabetas, mayoritariamente mujeres. 

No obstante las condiciones, el trabajo doméstico genera el 22 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en México. 

La situación de vulnerabilidad en la que se encuentran las trabajadoras y los trabajadores domésticos, añade el documento, los expone a trabajos forzosos, jornadas laborales extenuantes, violencia física y emocional, así como abuso sexual y prostitución por parte de los empleadores. 

El punto de acuerdo señala que, en el marco de la implementación de la Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible, la ratificación del Convenio 189 de la OIT contribuiría a erradicar la pobreza y reducir la desigualdad, garantizar el derecho a la salud y el bienestar, así como asegurar trabajo decente para todos. 

Finalmente, hace hincapié en que el respeto a los derechos humanos y laborales debe ser una piedra angular en la política nacional. 

Con base en estadísticas, la OIT estima entre 53 y 100 millones a las personas que se dedican al trabajo doméstico en todo el mundo. El Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG) calcula más de 2 millones 200 mil trabajadoras y trabajadores domésticos en México, de los cuales 13 por ciento tienen una jornada laboral superior a las 48 horas semanales y solo dos de cada 100 trabajadoras domésticas tienen acceso a servicios médicos y prestaciones laborales.