Por: Redacción/

Con la entrada en vigor de la Norma Ambiental 024 –el pasado 8 de julio– referente a la implementación del programa Basura Cero, se dejaron de enviar 149 mil 379 toneladas de residuos inorgánicos a rellenos sanitarios.

Esta cantidad representa una disminución de casi el 10 por ciento en comparación con 2016, informó el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa.

Los avances en el manejo de los desechos, agregó, son el resultado de “una apuesta difícil, una acción de gobierno que no estaba sencilla, pero ahí están las cifras. Es la primera vez que se hace esto en la Ciudad de México”.

Destacó que la implementación de la norma le ha valido el reconocimiento de instancias federales y organizaciones internacionales.

Pese a que hubo un desequilibrio en la separación de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) por parte de la población, luego del sismo del 19 de septiembre, se han logrado recuperar el ritmo y mantener las cifras en un trabajo conjunto.

“Aún y a pesar de este terremoto, los resultados son muy positivos. Dejamos de enviar cerca de 150 mil toneladas a rellenos sanitarios. Desechos inorgánicos que ya no generaron contaminación ni hacia arriba ni hacia abajo, porque hubo un avance en el reciclaje”, abundó el titular de la Agencia de Gestión Urbana (AGU), Jaime Slomianski Aguilar.

El funcionario detalló que, de la misma manera, al corte del 31 de diciembre pasado, aumentó en 89 mil 449 toneladas los desechos orgánicos separados que no fueron enterrados en los rellenos del Estado de México, sino que fueron enviados a la planta de composta para fabricar abono orgánico.

Esto representa un incremento del 46.62 por ciento con respecto al 2016.

En cuanto a los residuos voluminosos, informó que en el mismo lapso se levantaron un total de 812 toneladas, y con ello se evitó que sean abandonados en barrancas, ríos y lugares no permitidos. Su acopio corresponde a los domingos, según lo establece la norma.

Jaime Slomianski destacó la importancia de la construcción de la Planta de Termovalorización, la cual permitirá procesar los desechos inorgánicos para generar energía eléctrica destinada al funcionamiento de las 12 líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro; mientras que los residuos orgánicos se enviarán a una Planta de Biodigestión.

“Vamos a ser la primer ciudad del mundo que va a mover al Metro con la energía derivada de los residuos, colocando como ciudad de vanguardia a nivel mundial”, subrayó.

La política de Basura Cero, implementada por el GCDMX, consiste en la valorización de residuos urbanos; es decir, la inserción de los desechos a un modelo de economía circular, con el objetivo de evitar que éstos sean enterrados y transiten por un proceso de descomposición y generación de gases.

La Norma Ambiental 024 señala que los hogares y establecimientos deben separar los residuos en orgánicos, inorgánicos reciclables (vidrios, plásticos, metales, aluminios y envases de papel, cartón o periódico), y los no reciclables (pañales, toallas sanitarias, papel higiénico, entre otros); así como en voluminosos (muebles, aparatos electrodomésticos…)

La entrega de los desechos a personal de limpia queda calendarizada de la siguiente manera: lunes, miércoles y domingo, inorgánicos separados en reciclables; y no reciclables. Martes, jueves y sábado, orgánicos; y domingos, los voluminosos.